BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Ventana Casuto - Rinconada, Valparaíso - 2018 Residente: Emilio Bascuñán
Publicado: 9 de febrero de 2019
A caballo a la virgen

Durante la semana anterior habíamos entrevistado a Sergio Docmac, que al contarle lo del documental nos invitó a hacer una cabalgata hacia la Virgen. Todo este tiempo en el territorio nos han hablado de la Virgen de la Ventana que está en el cerro y ésta es la ocasión que estábamos buscando, y que sin querer llegó.

Todo partió a las 6:00 am, cuando con Pamela tomamos un café y nos reuniríamos con Sergio. En la mañana la cosa se atrasó un poco porque lo que yo no sabía es que se sumarían más jinetes, así la partimos: Pamela González, Juan Carlos Acevedo, Francisco Toro, David Enríquez, Sergio Docmac y yo. Carlos tuvo que ir a trabajar así que no se pudo sumar. Llevamos dron, cámaras, micrófonos, bloqueador y pantalón largo (full equipo) y los caballos.

Mi caballo era de rodeo, negro, bastante grande y fino, andaba solo, lo que para mí era ideal, al principio me asusté un poco aunque nunca dije nada. Juan Carlos es criador de caballos y llegó en un camión con varios caballos, armaron las monturas y partimos.

Pasamos por el pueblo de Casuto y tomamos un camino de tierra, para después tomar el sendero, Pamela grababa desde arriba del caballo con un soporte para que la cámara no se moviera tanto, Juan Carlos la ayudaba con el caballo. Hicimos varias paradas y fuimos grabando con el dron, que en un momento se perdió (yo pensé que se perdía definitivamente), pero apareció por suerte.

Después de dos horas y media llegamos arriba del cerro, se amarran los caballos y llegamos a ver a la virgen que está en una piedra blanca, hay muletas, cigarros, fotos, flores y muchas cosas que deja la gente. Los muchachos hicieron un rezo y nos explicaron las tradiciones asociadas a la virgen, quedó todo en el video, yo aproveché también de pedirle algo. Ya después de eso partimos de vuelta.

Después de la cabalgata volvimos a la casa de Sergio y empezó la parrilla, nos invitó a todos a almorzar, después  de un rato tenía que ir a Santiago al doctor y quedamos todos los comensales en su casa, salieron las cervezas, melón con vino y demases, también se sumaron sus hijas, todo en un monólogo de caballos, rodeos y huasos. Ya más en confianza hasta me tiré a la piscina.

Algo muy divertido es que después  me decían q            ue pensaban que éramos de la TV, y en qué canal iba a salir el documental, de hecho a mi me apodaron como Juan Antonio Neme, me hablaban de contingencia nacional y me repitieron cien veces que ustedes los periodistas, cuando yo les decía que no éramos periodistas. Ya tipo ocho de la tarde y después de un día agotador, nos fuimos, yo estaba muerto de sueño y cansancio.

Emilio

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