BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Color - imagen de la tierra de los fuegos compartidos Porvenir, Magallanes y Antártica - 2016 Residente: Lorena Véliz Flores
Publicado: 7 de noviembre de 2016
Comunidad de Salud: Cuatro Pinturas gigantes, cuatro desafíos del viento…

Hemos avanzado con esta cálida comunidad de salud, ya terminamos los aprestos, ahora hemos empezado a pintar sobre tela, las que ya están montadas sobre sus bastidores.

El contar en la isla con estos formatos tan grandes, ha sido un desafío de producción y de gestión, nuestro apoyo, el profesor de arte del liceo, nunca había fabricado bastidores tan grandes, todo ha sido invento. Las telas llegaron desde Santiago a Punta Arenas, todo este proceso, traslados, coordinación, retiro,  ha sido arduo, tensionante, ir de compras significa cruzar el océano, el clima aporta un factor de incertidumbre, tanto trabajo de preparación: ¿Alcanzaremos a pintar telas tan grandes? ¿Se intimidarán los participantes? ¿Cómo abordarán este desafío tan esperado como nuevo?

Se suman nuevos factores: el viento, nos impiden sacar las telas desde el liceo, habrá que pintarlas en la misma sala donde fueron fabricadas, y luego conseguir un traslado cerrado para sacarlas, y esto en un día, de los poquísimos, que no haya viento, ya que el sólo sacarlas al exterior las expondrá a convertirlas en verdaderos velámenes que se pueden dañar. Dos de ellas miden 1.60 x 3.20 cm., las otras dos 1.60 x 1.60. Cuatro desafíos, que a  partir de su envergadura, hacen que la sala de artes del liceo se convierta en un segundo, tercer  taller de trabajo. La voluntad y amistad de Norman Loayza Mamani, el profe de arte, lo ha convertido en un co ejecutor, siempre dispuesto a facilitar todo el proceso, así mismo, las complicidades han crecido, ya se comienzan a desdibujar las barreras y comienza la amistad, el compromiso más allá de una participación, la comunidad siente que los desafíos propuestos son sus fines. Hemos comenzado a tener horarios de trabajo desde la mañana a la noche, donde nos reunimos en el quincho del hospital de 9 a 13  y luego de 17 a 22  en el liceo, jornadas interminables, por un lado acabando el gran mural del liceo, por otro estas telas gigantes, y por otro el mural de la costanera, donde dependemos del viento que nos permita trabajar en condiciones aceptables. Acá hacer pintura de calle es un desafío de valientes, que cómo no, ofrendamos a la memoria de los ancestros que vivieron en estas extremas condiciones y a cada habitante que hizo crecer Porvenir, la capital de la tierra de Los Fuegos…compartidos.

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