BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Álbum de Mitopoesía Documental Punitaqui - Casa de la Cultura, Coquimbo - 2017 Residente: Colectivo Estudio Repisa
Publicado: 8 de diciembre de 2017
Consideraciones y aportes para las acciones de arte colaborativas, contemporáneas, para un Chile descentralizado que valora al individuo junto a lo comunitario en un gesto notable de co-aprendizaje

Autor: Peter Kroeger Claussen*

La belleza es el esplendor de lo verdadero (Joseph Beuys).

Yo pregunto de qué sirve el arte cuando no ayuda para mejorar el futuro. Necesita educar (Urban Blank).

Actualmente hay mediadores de Arte y son importantes, aunque es en realidad el arte el verdadero mediador.

¿Para qué se educa? Por la libertad y la felicidad. Para ser persona plena. ¿Qué lugar ocupa el arte en la educación? ¿Qué hace el arte y quiénes lo hacen hoy?

El tejido social es la escultura social (SozialPlastik). Ahí quieren desarrollarse las premisas de “cada hombre es un artista”, creando instancias abiertas e inclusivas. Reconocer a partir de acciones de visibilización la identidad subyacente en los diversos saberes y prácticas colectivas de grandes y chicos. La creatividad de encontrar lo necesario, la palabra necesaria, la forma necesaria. “You start seeing when you start naming” (empiezas a ver cuándo comienzas por nombrar, Roberto Matta).

Las palabras en sí mismas son portadoras de sentidos. Su sólo contexto o aproximación a otras les abren lecturas múltiples. La palabra como una casa tiene adentro y afuera y puertas y ventanas. Así también el dibujo comparte su lengua más básica: el punto y la línea, desde donde sus mínimos gestos devienen en la condensación de sentimientos y miradas sobre el mundo, uno mismo y los otros; relacionando.

¿Qué hace entonces un dibujo? Primero, el dibujo se mueve cuando lo miro, se activa, se prende, queda en “on” y lo empiezo a leer, a entender su línea. Voy comprendiendo sus sentidos. Direcciones y movimientos, modos y afectos, códigos que como un mapa o un plano del territorio se posicionan a una escala.

Sí, las imágenes se leen como textos. La visualidad tiene su gramática. El alfabeto visual está muy avanzado y los niños lo practican perfecto. El sentido de la vista no solo es del ojo, es el ojo persona el que “ve” sensiblemente el mundo.

Entonces habría que ver dentro de un dibujo, ver qué se quedó ahí agarrado de la línea y los puntos, de la mancha y los colores, qué se guardó y qué se devuelve al mirar y distinguir esos sentidos y relatos. Requerimos de un sentido de libertad intrínseco, necesario derecho para todos, grandes y chicos. No podemos completar el concepto de Hombre sin considerar a su “espíritu libre como la manifestación más prístina de la naturaleza humana” (Rudolf Steiner).

El lenguaje visual es universal. Así también el lenguaje sonoro. Sonoridades y visualidades. Residencias mediadoras, micropolíticas / micropolis experimentais / arte educación.

Procesos de interacción, retroalimentación, coaprendizaje = proceso educativo.

¿Qué es un libro? Un contenedor, un container, lleno de cosas colectadas, que se ponen en valor. Felicidad al juntarlas, editarlas, imprimirlas y devolverlas a la ahora audiencia que son los mismos que las hicieron, construyeron, inventaron.

El libro junta el entre de las palabras, metáforas, dibujos en clave, y se mezclan, se potencian resignificándose, volviéndose símbolos, gemas preciosas para la contemplación y gozo como también poder sanador. Lo social, el colectivo, las personas se reconocen, se encuentran en esos cruces que son como plazas de lugar. El arte es un lugar.

Todos han dejado su marca, su línea personal, individuos únicos del jugar y de compartir una conversa, un recuerdo, un instante.

The impact of globalization has suddenly forced us to become cartographers of ourselves, explorers of ourselves, antrophologist of ourselves, in a movement that reverse our historical approach to the Discovery and invention of others. “Ontological maps” (El impacto de la globalización nos ha forzado súbitamente a volvernos cartógrafos de nosotros mismos, exploradores de nosotros mismos, antropólogos de uno mismo, en un movimiento acción que revierte nuestro enfoque histórico para el descubrimiento e invención de otros. “Mapas ontológicos”, Reset Modernity).

Decimos que cada persona tiene su propio password, la contraseña para entrar. El arte es la elasticidad de ver a partir de cosas visibles, aquellas que no lo son tan evidentemente, pero si están.

Todo tiene un anhelo, incluso la materia que está en constante movimiento, aunque sea “milimicrométrico”.

Se cumple en estos proyectos de residencias mediadoras, el que cada hombre es un artista y el organismo social es un ser viviente en red que se puede expresar. La actividad de hacer arte expresa lo que se libera y sale al encuentro.

Hoy el concepto de arte se ha abierto, se ha ampliado. Ya es un campo expandido y poroso, donde las disciplinas  tradicionalmente definidas se comienzan a interrelacionar.

Reconocer olores, colores, fotos, lugares, recetas, dichos, leyendas, canciones, todo es catastro que pone en valor la persona y sus conexiones con la realidad del mundo. Ese reconocerse es paso uno de valorarse y así, consciente, dar los pasos del expandir. Es el desarrollo personal del individuo y su comunidad que beneficia todo el cuerpo social.

Dibuja una piña, que lo que te salga es algo.

Seguirle la pista a una primera escritura del ver. El dibujo es la escritura del ver. “You have the right to write” (el derecho a ver, a escribir y a dibujar).

Artista Visual y Profesor Titular de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

Artista Invitado a escribir y proponer reflexiones en torno al arte colaborativo y las prácticas artísticas. Ha sido un aporte externo, apoyando las reflexiones del colectivo en torno a la residencia y su quehacer. Un diálogo sostenido que ha ayudado en esclarecer nuestro proceso. 

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