BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Pasajero, ser humano Pelluhue, Maule - 2018 Residente: Katherine Guerrero
Publicado: 21 de enero de 2019
En lo alto de Cardonal

Hoy durante la mañana fuimos a conocer una parte inexplorada de Cardonal, donde hay menos gente pero no por eso menos historia. Una tejedora que ha participado de forma más anónima, ya que nos dijo que prefiere no salir en fotografías ni que tampoco que la nombren, nos invitó a su casa para que conociéramos un poco más de l@s antigu@s tejedores, y también mostrarnos un poco de su día a día. Fuimos a su casa en lo alto de una loma donde nos mostró algunas de las flores de su patio y fotografías antiguas de su familia, en un mueble tenía varias revistas y algunos libros donde nos mostró y conversó acerca de técnicas que se utilizan con lana. Una de las técnicas que más utilizamos para hacer la tela mural fue la del fieltro y en esta bitácora contaremos un poco más de ella.

El fieltro es el primer material textil creado por el hombre, antes de esto se vestía con cuero, pieles y lana se han encontrado hallazgos de este material en el neolítico (6.500 – 5.000 a.C)  esta técnica es milenaria pero no se sabe con exactitud los años de origen. Hacer fieltro es un método anterior al hilado o al tejido con lana, fue un material muy utilizado en vestimenta y hogares, tiene propiedades aislantes de temperatura (calor y frío), humedad, hasta cierto punto resistente al agua, aislante del sonido, resistente al viento, material no inflamable, biodegradable, no se mata al animal para sacarle la lana (como sí pasa con el cuero), no se usan químicos, es versátil, maleable, durable, resistente a los golpes y al fuego. El fieltro es un material más compacto, de menos peso. La lana de oveja es la materia prima por excelencia para fabricar el fieltro. Esta información es una mezcla de revistas, libros, internet y el saber popular, creímos necesario referirnos a esta para comprender la importancia de la técnica que utilizamos.

Esta experiencia de acercarnos a conocer a tejedores que utilizan la lana de oveja, nos ha llevado a valorar más aún este material y su trabajo, ya que como hemos explicado en algunas bitácoras anteriores, este oficio ya casi no se valora. Al terminar una parte de este telar mural, y en conversaciones que hemos tenido con la comunidad, seguiremos creando juntos a través de la visión y experiencia de ell@s. Varias personas de la comunidad han quedado interesados en estas prácticas de arte colectivo y colaborativo, ya que hemos ido aprendiendo de forma recíproca cada vez que nos reunimos. En una casa aquí en lo alto seguimos aprendiendo, conversando y viendo registros del pasado.

« Ir a residencia