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Residencia: Subir al origen Freirina, Atacama - 2017 Residente: María Lorena Figueroa
Publicado: 1 de noviembre de 2017
Iluminar el camino

Comenzó un nuevo mes y con ello, nuevos ejercicios. Este mes pretendo trabajar el tema lumínico a partir de tres preguntas: ¿Por qué iluminamos?, ¿Qué es lo que iluminamos?, ¿Qué provoca la luz en mí?

Con estas tres preguntas pretendo abrir un proceso profundo entre el tejido de la alfombra y el origen de nuestro espíritu. El ritualismo de la alfombra, a mi parecer, debe ir acompañado de ciertos cuestionamientos globales, los cuales, nos permitirían acercar, de algún modo, lo espiritual. Recordé que una vez estando en México se me comentó que la noche del primero de Noviembre, post día de muertos, se encendían antorchas camino al cementerio. El propósito era iluminar el camino a los espíritus para que regresaran a sus nichos a descansar. Pues bien, tomé esta historia como pulsión a esta nueva acción.

Lo primero, fue salir de casa con la carretilla repleta de velas, esto fue chistoso, ya que luego de llevar casi tres semanas cargando solo pinturas, se notó la diferencia. Fuimos dejando los pocillos, (botellas de plásticos cortadas), a orilla de camino encendidas. Durante el transcurso de la acción, nos percatamos que no habíamos considerado al viento, factor clave de este territorio, tuvimos que estar atentas. Al poco rato se acercaron dos personas, Don Queno, nuestro fiel compañero de residencia, y Krisna, una niña de 10 años. A medida que el viento soplaba y apagaba las velas, ellos las volvían a encender.

Observamos la noche iluminada, iluminando la orilla de camino del Pasaje San Francisco, principal vía de acceso vehicular a Vista Hermosa. Ésta no consta de veredas, fue por ello que decidí iluminar dicho tránsito. Mi idea era evidenciar dos curvas peligrosas, logrando observar el tránsito de los autos más lenta al verse obligados por la luz de las velas. Esa noche mandamos una invitación a presenciar dicho acontecimiento…

Al día siguiente, pregunté qué tal les había parecido la acción, ellas contestaron alegres que les pareció “bonita”. Pregunté entonces, entusiasmada por si alguien había bajado, ellas respondieron: No, sólo vimos las fotos de WhatsApp que mandó usted.

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