BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Retrato en las Alturas Putre - Ticnamar - Belén, Arica y Parinacota - 2016 Residente: Catalina Garretón Matzner
Publicado: 10 de octubre de 2016
La quebrada del diablo

Llegó el día esperado todo empacado, no puedo dormir me duele el estómago. La llegada de Bárbara se atrasa de improvisto, de inmediato le reservo un pasaje en La Paloma, bus que se toma los martes y viernes cerca del estadio de Arica por German Riesco con Tucapel para subir a Belén partiendo a las 6:50 en punto. Le doy todas las indicaciones, por suerte justo es martes.

Para encontrarme con el profesor fijamos como lugar la Copec de la salida sur de Arica para salir desde ahí a las 4:30 am. Al volante Mario, de copilota una niña que tabaja en el jardín recientemente inaugurado en la escuela, atrás yo con mis mochilas y más equipaje. Tomamos el camino por el Valle de Azapa y empalmamos con un atajo que une Azapa y Lluta, la cuesta El Águila o más conocida popularmente como La Quebrada del Diablo. En el camino se pueden ver prácticamente sólo las estrellas y el pedacito de camino que alcanzan a alumbrar las luces del auto. La boca del diablo. Hablamos sobre las próximas elecciones municipales, de las fiestas patronales que se vienen y sobre gentilicios y el uso de la Llucta. Ceniza proveniente de la combustión del tallo de la mata de quínoa que se usaba como bolos para el consumo de la coca. Me comenta Mario que lo solían masticar las personas para poder trabajar largas jornadas de pastoreo o de trabajo en la agricultura, sin sentir la necesidad de querer hidratarse ni alimentarse.

Llegada a Belén me recibe Adela a las 6:30 am. Preparamos la pieza y duermo una hora por reloj. Intento conectar un router y captar alguna señal, nada. Esperando que sean las 11:30 para recibir a Bárbara en la parada de La Paloma. Para mi tranquilidad aparece muy entusiasta y conversadora entre la gente.

La puna y el mariscal de ayer en el puerto no convinan bien. Tengo que enviar la primera rendición, no sé como.

Le presento mi compañera de trabajo a Adela y a Marco y comenzamos a separar los materiales de los talleres de inmediato. Almorzamos y nos dirigimos a la escuela. Etapa 2: Laboratorio de Dibujo y Autorretratos. Presentamos el proyecto a los cuatro niños de básica de la Escuela San Santigo de Belén.

Edie, Cristian, Claudia y Carlos.

Hicimos dinámicas de presentación para entrar en confianza. Les preguntamos como se sentía vivir en Belén, que los representaba, que hacían en sus tiempos libres, hablamos sobre la cosmovisión que rápidamente la asosiaron al alcohol y sobre la identidad cultural, que idea tenían sobre eso. Los niños nos mencionan que son chilenos y que hoy había partido de fútbol.
Para el ejercicio de dibujo se les entregó a cada niño un pliego de papel donde el compañero pudo dibujar su silueta y viceversa. Luego les entregamos un espejo para que puedan observar sus rasgos personales más determinantes y realizar un dibujo autorretrato de estilo libre. Representar gráficamente la visión que se tiene de uno mismo.

Muy receptivos reciben el ejercicio con poca seguridad algunos al comienzo, pero luego Cristian hace cuatro autorretratos y a Carlitos se le ocurre hacer puzzles de los dibujos, insiste en dibujar patos tienen mucho talento. Nosotras dibujamos también. Al final de la clase colgamos todos los dibujos y los observaron con detención.

Miércoles
Invitación puerta a puerta. Decidimos recorrer el pueblo con la ayuda de don Marco, invitándo a las personas que siguen viviendo en Belén a una reunión en la sede para introducir los trabajos que propone la residencia. Logramos llegar a no más de siete personas, entre mujeres y hombres. Los citamos a la sede de la Junta de Vecinos a las 20:30, ya que a esa hora pueden asistir ya que es el momento que regresan de pastorear o de las chacras, trabajan todo el día bajo el sol. Para nuestra grata sorpresa asisten casi todos. Interés hay.

Nos presentamos y les explicamos la idea de la residencia, recalcando la importancia del trabajo en comunidad para el beneficio de ésta misma, les introducimos el concepto de arte colaborativo. Valores que se presentan con claridad en la misma cultura andina, la reciprocidad lo colectivo. AYNI dar y recibir, ayudar y recibir ayuda, cooperación dentro de una sociedad. Acordamos nuestro primer taller con las mujeres, que predominaban en opinión y número. Muy interesadas en aprender alguna técnica textil. Les comento que podríamos hacer un taller experimental y complementar el trabajo de los niños en el taller de máscaras, las madres se interesan. Comenzaremos con un taller de arpillera el día Jueves para conocernos y comenzar a trabajar las imágenes y técnicas, quedan todas y todos invitados.

Jueves

Hoy tenemos dos talleres Laboratorio de Dibujo y Autorretratos con los niños y niñas del internado Escuela El Marquéz de Tignamar y Laboratorio Textil/ Presentación con adultos en Belén. Para lograr esta hazaña Marco nuevamente nos ayuda trasladándonos a Tignamar en su taxi, ya que el jueves no pasa ninguna micro, y es el único día que el director nos cede para trabajar con los chicos. Salimos con tiempo ya que el camino es de tierra, piedra y muy sinuoso. Llegamos a Tignamar, nos recibe El Marquéz el cerro o Mallku de punta plana característico, que se le asocia comúnmente a riquezas legendarias, pero de fama espantable. Esto por ser el cerro guarida de fieras y hasta morada de Satanás, que tiene allá sus dominios desde tiempos inmemoriales y que ha realizado muchas diabluras, que pintan el terror en el rostro hasta de los más valientes, dicen por ahí.
Directo llegamos a abrir la sala audiovisual lugar donde realizaremos todas las actividades en el internado. Nos presentamos y ellos se presentan también son 15 en total, el internado comprende niños de primero hasta octavo básico más un jardín inaugurado recientemente.

Sus nombre son, Cristian, Rodrigo, Francisco, Arturo, Daniel, Juan Pablo, Williams, Adriano, Stefanie, Ivania, Alejandra, Jenny, Victoria, Constanza, sólo faltó Noé.

Asiste a la introducción Merita, nos ayuda a contextualizar datos históricos sobre la importancia del agua, los templos y las viviendas en toda civilización. La relación cosmogónica y simbólica entre ellas, discutimos sobre la cosmovisión andina hoy y sobre el respeto y conexión que tiene el aymara con la naturaleza. Realizamos la dinámica del espejo. Los niños se dibujaron cada uno a su estilo, unos con dificultades ya que se exigían y querían parecerse de inmediato a lo dibujado, otros dibujan sin pensar en esos detalles aprovechan de jugar.

Terminado el taller volvemos a Belén y nos reunimos en la sede de la Junta de Vecinos a eso de las 21:00 con un grupo de siete adultos. Hacemos entrega de un pedazo de arpillera a cada uno y comenzamos a trabajar el soporte. Hablamos sobre la familia y sobre su tiempo viviendo en el pueblo, sus historias. De inmediato se armó un ambiente de distención y de relajo con galletitas te y café. Más tímidos que los niños los adultos se enfrentan al dibujo con pánico. Pidiendo que se los hagamos nosotras. Accedo pero también los motivo a hacerlo ellos, les muestro referentes de un libro de semiótica del diseño andino precolombino y otros más sobre iconografía. El taller termina a las 00:00 y fijamos nuestro próximo encuentro la próxima semana.

Adela nos comenta de que hay una caminata a Copaquilla, impulsada por el Consejo Nacional de las Artes y la Cultura y el Centro de Investigaciones del Hombre en el Desierto, el fin de semana. Nos podría inscribir para poder participar, acepto encantada la invitación. El Viernes llega Manuela Jiménez, artista visual que colaborará en el proyecto en la Etapa 3: Laboratorio Volumen Máscaras.

Que mejor que ir de paseo, conocer gente nueva y aprender.

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