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Residencia: Historias hiladas El Salto - Pichidegua, O'Higgins - 2018 Residente: Colectivo Las Niñas
Publicado: 28 de noviembre de 2018
Lugar en el que se escucha el silencio

En estas tierras los tiempos son distintos, ni la brisa tiene prisa, y por supuesto sus habitantes tampoco. El proceso fotográfico de las cámaras desechables se ha demorado más de lo que calculábamos y no pensamos apresurarlo. Nos han comentado algunas que quieren pensar y seleccionar muy bien lo que van a fotografiar, lejos de la inmediatez digital esta fotografía necesita atención y paciencia. Tampoco funcionó la idea de utilizar la cámara hasta la mitad para luego entregársela a un vecino, casi todos se han entusiasmadoutilizando todo el negativo, o en otros casos no han encontrado a quien pasársela, así que optamos por que cada persona concluya la cámara que se le entregó.

Hasta el momento solo hemos revelado tres cámaras: la de Sara, Bernardita y Rosa. compartimos los resultados en la reunión de este miércoles en la escuela, cada imagen realizada tiene un significado especial y eso nos encanta. En paralelo hemos recolectado imágenes de archivo y ya tenemos impresas las primeras para intervenirlas a través del bordado. La idea propuesta fue aceptada con entusiasmo, sobre todo por que dentro del grupo se encuentran integrantes del Club Las Socias, quienes se dedican a esta técnica, también contamos con la participación de mujeres como Verónica y Bernardita, quienes poseen gran interés y aptitudes en torno al hilo y la aguja. Cada integrante se llevó una imagen junto con materiales para avanzar en sus casas. Junto a eso realizamos una dinámica que consistía en describir al Salto en una frase, algunas de ellas fueron:

Lugar en el que se escucha el silencio

El salto y su gente sencilla

Una vida muy sacrificada, éramos muy pobres, mujeres muy maltratadas por que los hombres tomaban mucho.

Nos quedamos con la idea de que en este lugar se escucha el silencio. Un silencio provocado por la quietud del entorno, sus condiciones climáticas y geográficas que lo propician, y también un silencio provocado por las dominaciones de antaño.

“el Salto no tiene una identidad propia, quizás por el hecho de haber sido siempre apatronados, por haber sido siempre un fundo donde había alguien que solamente ordenaba. Hoy en día la gente empieza a tener sus pensamientos propios, antes no se les permita, antes era solamente obedecer ordenes”. 

Esta es una gran trama que se va hilando por tres hebras que poco a poco pretendemos que ayuden a interrumpir ese silencio: las nuevas imágenes, las del pasado y los relatos.

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