BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Camino en costura Coronel - Isla Santa María, Biobío - 2017 Residente: 12NA: Plataforma de reciclaje textil
Publicado: 14 de noviembre de 2017
Nada que un abrazo no pueda curar

Durante los últimos días he debido quedarme en cama, porque me las di de bacán y veraniega y no usé chaqueta la semana pasada. Porque ya estaba bueno ya de tantos días de invierno, me dije. Por esta razón no pude ir a la primera jornada de confección de nuestro fanzine con l@s chic@s de Puerto Sur. En realidad dos.

Tenemos un montón de material que ya queremos comenzar a organizar. Dibujos, relatos, retratos, fotos, textos, monstruos y anécdotas flotan en la pared de la casa como esos atlas del tío Warburg. Se ven bien allí generando conexiones y mirándonos mientras tomamos desayuno, tenemos reuniones y planificamos nuestros días, pero ya iba siendo hora de que pudiésemos compartirlo con la comunidad. Es por esta razón que hemos invitado a nuestra amiga TOTO Duarte para que nos ayude en la tarea de producir un par de publicaciones con este material, narradas por sus propios protagonistas, los Nakamas de Puerto Sur. Ella llegó hace un par de días y nos ha ayudado con la Residuoteca de Puerto Norte, ha conocido a nuestras vecinas y ha recorrido la Isla con nosotras. Al menos antes de que cayera en cama.

Aunque me siento un poco mal al no poder atenderla, porque se me caen los mocos y la cabeza me retumba, creo que no pudo llegar en un mejor momento. Su cariño y sus ideas han energizado esta residencia, además, su llegada a l@s niñ@s fue casi inmediata. Tanto así que al llegar de esta primera sesión de fanzine, pude ver que l@s chic@s ya la habían incorporado al relato. Vi que en sus dibujos, que contaban la experiencia Nakama desde el primer día hasta hoy, aparecían retratados todos los amigos y amigas que nos han visitado. Vi que dibujaron a Toto e inclusive a Waldo, los juegos con pañuelos, los afiches que pegamos, la ceremonia en la casita, las residuotecas y las herramientas Nakama. Todo estaba escrito allí con tanto detalle y amor que todo lo mal que me había sentido durante el fin de semana se me olvidó, y así como decidí que el invierno ya se había acabado, decidí que al día siguiente debía ir a la escuela sí o sí.

No me equivoqué. Hoy por la tarde me puse mi mejor ropa,  entré a esa sala de clases y antes de poder decir “hola”, 15 niñas y niños se abalanzaron sobre mí y me llenaron de abrazos. Yo también los extrañaba mucho, les he tomado bastante cariño, pero no sabía que además me curarían del resfrío.

Respecto a los fanzines, Toto contará más detalles. Yo solo quería mencionar que trabajar con tus amig@s es “increícle”.

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