BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Amplificando caudales Quilleco, Biobío - 2018 Residente: Carolina Opazo
Publicado: 21 de noviembre de 2018
Piedra y río de las visiones

Cañicura en su acepción mapuzungun significa Piedra de las visiones. Germán me explica que el río Cañicura nace en el camino hacia el Cerro La Pirámide que antes visitamos, cerro que se ubica en el Cordón Pan de Azúcar, y desde este mismo cordón nace el río Cañileo, donde Cañi significa visión y leo río: río de las visiones. Los ríos Cañicura y Cañileo confluyen antes de llegar al valle de Quilleco formando un triángulo  que se asocia con la formación triangular de la pirámide. En este sector precordillerano altamente pedregoso, existen diferentes relatos que cuentan sobre visiones de la cosmovisión mapuzungun que existió en el lugar. Además de esta información me contaron que es un sector altamente electromagnético, tanto así que sobre la roca que es la punta de la pirámide, una brújula marcó el norte hacia el sur (simbólico).

El río Cañicura, antes de unirse con el Cañileo, fue la opción de las Hebras de Quilleco para encontrarnos y conversar sobre el proyecto. Nos acompañó Christián Rubilar  del Departamento de Turismo y Comunicación municipal, geógrafo y fotógrafo. Christián conoce el territorio no solo en un sentido georreferencial, también su biodiversidad natural, y su espiritualidad, que más que conocerla la experimenta, por lo mismo fue un excelente acompañante. Nos bajamos de la van que nos proveyó lo municipalidad, cruzamos un puente colgante de fierro y bajamos al río, allí las Hebras que antes ya me habían comentado que poco conocen sobre la cultura mapuche y los ríos, echaron a andar todos esos saberes latentes en su memoria. Estuvimos largo rato conversando mientras dos de ellas tejían sin parar en la ribera del río, el tiempo cronológico no importaba. Luego subimos y recorrimos el río caminando, observándolo desde la altura, apreciando la naturaleza, muchos recuerdos de infancia, del río, de los copihues, del maqui, del boldo y otras especies. Volvimos a la van y avanzamos en ésta hacia otro punto del río Cañicura, siempre dentro del triángulo.

Llegamos a un camping donde nos dispusimos a preparar una mesa para comer y conversar, la señora Guillermina había llevado un mantel blanco pintado con flores, y para comer teníamos tomates, huevos de campo cocidos, quesillo preparado por una de ellas, unos panes con pasta de pollo preparado por nosotros, agua mineral y frutas. Tantas historias de vida hilando la conversación… Comencé a dirigir ésta hacia el proyecto, creo que ellas esta vez lograron comprenderlo mucho mejor. En este proceso voy leyendo qué es lo que ellas quieren, es difícil que me propongan, son muy respetuosas y confían en mí, por lo mismo trato de ser lo más responsable posible y apegarme a la confluencia de ellas y este proyecto. Siempre hablan mucho de las posibilidades de la naturaleza para teñir la lana y cómo diferentes factores afectan el color final, lo hacen de forma natural sobre los posibles colores que se podrían obtener alrededor del río. Por otro lado, saben lo importante que es su participación en el territorio, y que sus conocimientos deben ser transferidos. A partir de esto, les propuse trabajar en torno a las posibilidades de colores que ofrece el entorno del río Cañicura: Piedra de las visiones. Les encantó la idea. Les hablé sobre la propuesta de conformar un mapa para la comuna con distintos hitos en relación a los ríos, y que su participación constituye un hito. Entonces la idea es hacer una especie de muestrario de los colores obtenidos en la lana con pigmentos posibles alrededor del río, y señalarlos en el espacio del río seleccionado para este proceso. Cada una de ellas podrá luego hacer con la lana obtenida el producto que deseen de acuerdo a sus técnicas, y pueden quedárselo o bien venderlo.

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