BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Mujeres mapuche-pewenche y oficios ancestrales Lonquimay, La Araucanía - 2018 Residente: Compañía La Laura Palmer
Publicado: 28 de noviembre de 2018
Reunión regional

Hoy viajamos temprano a Temuco para la reunión con los otros dos colectivos que están en la región. Estaba nervioso porque tenía que exponer los avances de mi residencia y claramente he avanzado muy poco, en términos de lo que normalmente se ve por avance.

Llegamos a un lugar a las afueras de Temuco y cada grupo tiene que exponer en 15 minutos un resumen de su residencia hasta ahora. Decido partir, expongo los diferentes obstáculos que se me han presentado y mientras hablo me doy cuenta que mi problema, tiene que ver con que siempre he trabajado en colectivo, que eso me es imprescindible, que lo necesito para avanzar y que en estas circunstancias me es muy difícil armar uno.

También me doy cuenta de lo mucho que necesito estar con otros para poder avanzar. Siempre me he jactado de mis capacidades para impulsar proyectos y liderar a grupos de personas, pero claro, si no hay nadie a quién liderar, ¿qué hago?

Por otro lado mis conclusiones sobre mi poco avance guardan relación con mi forma particular de ver los proyectos, algo que en parte tiene que ver con lo que llamamos una «fondarización» de la cabeza de los artistas, al menos de los de Santiago, y sobretodo los de Artes escénicas. Pensamos en proyectos acabados, como si estos ya estuvieran hechos, nos acostumbramos a vender humo, a pensar en el resultado como fin último, en el producto, el espectáculo. Obviamente está lleno de colegas que hablan sobre el proceso y perderse, y la experimentación, pero en general, eso es más discurso que práctica. Cuando uno se ve enfrentado a la posibilidad que te presenta este programa en dónde todo puede ser, y en donde está la obligación de no centrarse en el producto, la cosa es distinta.

Algo muy rescatable de esta jornada fueron las ideas compartidas con los compañeros del colectivo Charco. Cuando los escuchaba hablar me dio algo de nostalgia y frustración, hasta envidia sentí, me gustaría poder tener algo como lo que ellos tienen. Un grupo que lleva ya varios años trabajando desde lo comunitario y que tienen muy claras las ideas.

Esta jornada fue muy enriquecedora para darme cuenta de los caminos que estoy transitando y sobre todo de los lugares por los cuales debería transitar.

« Ir a residencia