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Residencia: Cuentos naturales Purén - Malleco, La Araucanía - 2017 Residente: Katherine Guerrero
Publicado: 25 de noviembre de 2017
Una triste noticia, incendio en la Ruka del fuerte

El primer día que llegamos a Purén, con el fin de conocerlo, nos fuimos al parque histórico ubicado en el fuerte de la comuna. Este es un lugar emblemático por toda su historia, que hoy es un lugar de atractivo turístico. Aquí pudimos ver un museo con una vista panorámica de la zona, también vimos una Ruka, la que, días más tarde, el Encargado de Cultura nos ofrece para que podamos efectuar algunas actividades de la residencia dentro de esta.

Por la noche del viernes, suena la alarma de bomberos una vez más, (hace unas semanas por el cambiante clima sonaba varias veces al día), no sabemos qué sucedió ahora, pero al otro día nos enteramos de que la Ruka se había quemado. Anteriormente a nuestra llegada, ya la habían tratado de quemar intencionalmente, y ahora las personas hablan de que “alguien la quemó”.

Nuestra residencia se ha enfocado en ese sector, varias semanas atrás convocamos a reiterados encuentros para realizar las actividades ahí. Camino hacia otra actividad a un costado del fuerte, desde abajo, pudimos ver el techo de la Ruka con la madera negra, carbonizada. Nos acercamos a verla, quedó sin techo, con toda la paja en el suelo, y se siente el olor a quemado.

Es una gran lástima ya que en este lugar trabajan artesanas permanentemente, haciendo artesanía mapuche en su mayoría, y a veces vendiendo comida. Nos cuentan algunas personas que a sus trabajos también los alcanzaron las llamas, por lo que perdieron sus artesanías y un espacio de trabajo importante. No se sabe cómo sucedieron las cosas, solo sabemos que es extraño y que por ahora ya no habrá más Ruka. Damos las gracias de poder haber ocupado este espacio en un principio, de habernos permitido ser parte de él, pudimos hacer nuestras actividades de la residencia con más personas, y algunos no la conocían porque nunca se habían animado a entrar. Allí pudimos conocer nuevas personas y obtuvimos un aprendizaje colectivo, esperamos que las artesanas puedan levantarse nuevamente ya que sabemos que para ellas no debe ser fácil, solo podemos dar gracias por los momentos pasados ahí.

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