BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: AGUAnte Los Vilos - Pichidangui, Coquimbo - 2016 Residente: Familia Casa verde
Publicado: 7 de noviembre de 2016
¡Viva el Perú!

Fue un lunes intenso, Carol y Fernando (Fer) han viajado desde Lima, Perú especialmente para esta residencia a transmitir su maravilloso arte y oficio de la serigrafía. Ambos vienen trabajando hace más de 10 años en su proyecto “AMAPOLAY, manufacturas autónomas”, en el cual concretan y unen su discurso político, con la difusión de su cultura y el comercio justo llevando a hermosas prendas de vestir sus diseños. A ellos los conocimos por su trabajo en Perú, de inmediato nos impactó el nivel de sus diseños y estampados y la profundidad en su discurso, al mismo tiempo que nos encantamos con la simpleza y el potencial de la técnica de la serigrafía como medio de difusión y de comunicación. Es por esto que nos alegramos mucho cuando aceptaron nuestra invitación a ser parte de este proyecto a través de sus talleres de diseño y estampado.

Ese lunes trabajamos afuera en el patio aprovechando el sol del día, el grupo era grande el 5° y el 6° básico juntos hacían un grupo de casi 40 niños, al principio nos asustamos un poco con el César de que fueran demasiados, pero los niños estaban con buena disposición, tal vez el hecho de estar afuera les calmaba la ansiedad y además estaban curiosos con lo que se iba a hacer. Cuando Fer comienza a hablar se notó inmediatamente que ya tienen bastante experiencia para trabajar con niños. Supieron llamar su atención rápidamente, los niños estaban calladitos escuchándolos atentamente mientras ellos les mostraban parte de sus trabajos: sus poleras, sus carteles, los diseños en general llamaron la atención de todos. Ese día la idea era que conocieran la técnica del calado con papel así que Carol muy metódicamente les explicó cuáles eran las reglas del juego y los niños hicieron su boceto de diseño. El César y el Dereck estaban como siempre registrando a través de las cámaras y yo atenta a guiar a los niños que lograran llevar a cabo el trabajo. En realidad, todos estábamos en esa tarea, ayudando, guiando, sosteniendo la situación para que no se dispersaran. Al principio los niños no tenían mucha idea de qué estábamos haciendo realmente, pero quedaron realmente alucinados cuando ya llego el momento de estampar las poleras con sus diseños, hasta aplausos sacaron las primeras poleras. Los profesores y el director se quedaron encantados y sorprendidos de lo simple y precario que podía ser estampar una polera y de lo bien que lo habían pasado todos. Al momento de la salida del colegio se acercaron niños de otros cursos que habían visto lo estampados de los demás y ya exigían un taller para ellos, la profesora a cargo del 4° consultó la posibilidad de armar un grupo de profesores para que aprendieran la técnica. “Ya cuando vean lo que pasa con la mesa de luz ahí sí que van a quedar locos” dijo la Carol cuando ya salimos del colegio. Claro, al siguiente día ya estaba programado trabajar en la técnica del fotograbado con el 7° en el cual también se le daría más trabajo y reflexión al diseño.

Nosotros como equipo con el César y el Dereck quedamos encantados con lo bien que había funcionado todo hasta el momento. Los niños respondieron bien, se motivaron y se encantaron con la instancia, el director por su parte quedó contento al ver a los niños y profesores tan felices, la comunidad escolar en general reaccionó a la actividad de manera positiva y además todos habíamos aprendido una nueva técnica de difusión y expresión hermosa y simple.

Fue un comienzo nutritivo con Carol y Fer, había también buen pronóstico para las sesiones que quedan.

 

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