Partimos con la construcción del Museo “Contenedor de Memorias
TralcaMahuida”. El día 26 a las 4:00 am llegó el contenedor, después de un largo viaje desde Valparaíso. Ahí esperaba Carlos y la Tía Paty con su comida casera, vecinos a la espera de ver si será una realidad todo lo que hemos planificado y hablado con ellos, todo lo que podemos contar de lo que hacemos y como este soporte container ha sido para nosotros un objeto reciclado para el arte y la cultura. Entre lluvia y barro emplazaron en la plaza del pueblo, en un costado al frente de la cancha, debajo de árboles y en un lugar cómodo y visible para todos.
Los días que siguieron nos acompañó el sol y el calor que caracterizan este lado del Biobío, casi 36 grados a ratos. Comenzó la construcción interna, con madera y reciclaje de elementos nobles del lugar. Las cajas del museo comenzaron a tomar forma, con texturas que nos entregaban toda la información recopilada durante casi 2 meses. Los vecinos participaron activamente de todo este proceso, cada vez llegaban más objetos, miles de fotografías y nuevos relatos. Pudimos grabar los últimos audios para ser expuestos y terminar con todo lo que nos propusimos para este proceso hermoso que fue residir en esta comunidad de historia mapuche recordada por ellos a través de sus leyendas y relatos de nostalgia. Este pueblo que es dueño de su propia agua potable, que no cierra sus casa por que confían en ellos mismos, que te saludan por la calle, que no se espantan tan fácilmente, que guardan tanta riquezas en sus historias, historias curtidas de trabajo de campo y ferrocarril, ese espacio que fue usurpado por algunos que en un minuto tuvieron la soberbia de creerse dueños de todo y de todos, y desde ese lugar arrasar con nuestra cultura a través de la violencia y el miedo.