En una tarde calurosa, muy calurosa, el primer día de febrero nuevamente se reúne (el ahora) Centro comunitario artístico y cultural de La Viña. Días antes se conformaron oficialmente como OCC (Organización Cultural Comunitaria), con un fuerte apoyo de la comunidad donde llegaron a registrarse como socios alrededor de 50 personas que valoran y se comprometen con esta iniciativa en período de siembra. En sus primeros pasos ya es evidente la motivación y proyección de este grupo, que mágicamente nace para dar vida a la comunidad, como nunca antes se había hecho, o como hace muchos años no se veía, como dicen los mayores, “antiguamente aquí se celebraba el Festival del poroto… ¡uh!, y para la semana viñana se llenaba, eran otros tiempos…”. Pero, este grupo cargado de juventud no solo valora la experiencia artística y la tradición, sino también busca generar un espacio formativo para la comunidad, que resuelva problemáticas colectivas que los afecten. En esta reunión fueron variados los temas: diversidad, salud y educación sexual y afectiva; ecología y sustentabilidad; uso del espacio público para compartir comidas y conversación; temática droga y alcohol; iniciativas culturales, deportivas y artísticas (entre ellas la residencia de arte colaborativo); diseño y elaboración de proyectos culturales; autogestión; comunicaciones, emprendimiento, entre otros. Con el poco tiempo que tienen como grupo, ya cuentan con varias actividades como el taller de danza que dirige Arturo; la Lota artística (que no solo es una acción concreta para reunir fondos, sino que también es un espacio de programación cultural para la difusión y apoyo de los artistas locales, que ha causado todo un despliegue de estos gestores que buscan integrar y compartir con sus vecinos y amigos); y por supuesto todo el proceso de vinculación y sinestesia que se ha generado con los artistas residentes, ya que muchos de los integrantes de esta agrupación no solo han participado activamente en el proyecto de residencia, sino que también se han sumado, articulado y colaborado con el más fiel, constante y permanente grupo de trabajo de residencia: los adultos mayores. Ha sido maravilloso ver como los niños y jóvenes se han sumado a colaborar con el proceso de los adultos mayores, haciéndose parte también de ese mundo lleno de historia y memoria. Tanto así, que la actividad de muestra a la comunidad que se encuentra “en el horno”, calendarizada para el viernes 15 de febrero, se presenta como una fusión entre el “cierre” de la residencia de arte colaborativo y la “obertura” del Centro comunitario artístico cultural de La Viña.