Sin duda es el hogar el eje temático y conceptual más importante de la comunidad, es en él donde se construye todo. Es la cuna del amor y la familia. Es el lugar donde nacen y crecen los hijos, donde el trabajo y el sacrificio tienen sentido. El hogar es donde se convive con el entorno natural y también con la comunidad. Esto aparece textual y simbólicamente en el discurso de las personas, y por eso desde este prisma es tan lógico que sus palabras, dibujos, formas y colores no hagan más que manifestar esta realidad: su casa, los hijos, la mesa, el jardín, el cerro, los animales (quienes también trabajan por la familia con su fuerza, su compañía y coraje al defender el hogar, su leche, su carne, sus huevos, etc.), los árboles, el cielo, el sol, la luna y las estrellas, las aves, las otras casas, los vecinos, las otras familias. Todo… todo está relacionado con el hogar.
En nuestros múltiples encuentros hemos conocido muchos hogares y hemos podido comprender colectivamente que es en ese refugio y su entorno donde construimos la base de nuestra identidad y cómo este nos configura como personas y también como comunidad. Hogares migrantes, hogares pampinos (de las salitreras), hogares urbanos, hogares en una toma en Santiago, pero sobretodo hogares en el campo chileno. Hogares con la materialidades locales: casas de adobe, casas de carrizo, casas de madera, casas con tejas, casas a la sombra del sauce, casas a la falda del cerro, casas con muchos hermanos, casas sencillas… muchas y diversas casas, pero todas con un elemento común: el refugio de la familia en armonía con el entorno natural y sociocultural. Al comprender estas palabras con sentido, entendemos la importancia que tiene para la comunidad crear y recrear dicho hogar. Es por esto que tiene tanto sentido que los vecinos orgullosamente quieran ilustrar su casa en la falda del cerro La perdiz (o Las Perdices), porque es en ese hogar común donde todo comienza… mientras lúdicamente, como niños, nos cuentan que el nombre del cerro se debe a una antigua habitante de la zona a quien llamaban Carmen Perdiz… así lo contaron los abuelos de los abuelos.