Esta semana dimos inicio a la etapa de montaje de la obra audiovisual realizada colaborativamente con los niños de Chitita. Comenzamos revisando el material generado por los niños que fue registrado en sus propios hogares, con la participación y apoyo de sus familiares. Este contexto permitió que los niños generaran un contenido íntimo y cercano a través de una serie de imágenes que de forma lúdica develan la singularidad de una mirada enmarcada en la infancia y en esta particular realidad.
La gran cantidad de material generado deja entrever el proceso de aprendizaje y exploración que se tuvo con el dispositivo de la cámara, donde, en la medida en que se avanzaba de manera intuitiva, se profundizaba en las temáticas propuestas y en la construcción de la imagen. Respecto a este proceso, podemos señalar que las imágenes creadas por los niños están tramadas por múltiples imaginarios, incorporando formas contemporáneas provenientes del Internet a un retrato profundo de su realidad cultural más cercana. Todo esto ha generado un material particularmente genuino para trabajar la obra audiovisual.
A partir de esta revisión, decidimos hacernos cargo de la naturaleza de las imágenes propuestas para construir un relato que diera cuenta de estos mundo y las singularidades que se develan desde las imágenes audiovisuales, por lo que iniciar esta etapa de montaje ha implicado comprender con profundidad las operaciones creativas y simbólicas que han puesto en juego los niños con sus imágenes, a la vez que sus motivaciones en torno a esta creación colaborativa. Esta etapa implicará experimentar a través del lenguaje del montaje para producir narrativas que hagan emerger esta potencia de las imágenes y un relato que dé cuenta de las experiencias que surgieron de este proceso creativo.