Ya estamos en la recta final, las clases en la escuela se terminan y nuestra partida de Pichidangui está cada vez más cerca. Han sido meses intensos para nosotros, hemos trabajado duro, hemos entregado lo mejor de nosotros mismos y cada una de las actividades que logramos realizar han sido desde nuestro mas humilde y profundo deseo de entregar amor y arte. Nuestros motores como Familia Casa Verde siempre han sido el arte, el amor y la educación donde quiera que vayamos, y en esta oportunidad creo que gracias a la modalidad del proyecto de residencia de arte colaborativo hemos podido sacarle el jugo.
Esta vez para el cierre de la residencia nos sumamos al cierre académico de los niños donde entregan sus certificados y tienen su premiación y convivencia. En este contexto decidimos hacer un cierre donde la gente pudiera circular y armar su propio recorrido según sus tiempos e intereses:
En una sala armamos una sala de exposición fotográfica (fotografías de Derek Gemmel) e instalación que hablará del proceso, donde todos podían recorrer y buscar la fotografía que mas le gustara para llevársela, eso gustó mucho sobre todo los apoderados curioseaban qué se había hecho y reconocían a sus familiares y amigos, fue muy visitada la exposición.
En otra sala y como una manera de presentar algo distinto y en pequeño formato se presentó un instalación de mapping a cargo de Camilo Ramírez, actor de profesión pero ya especializado en arte y nuevos medios hace varios años, inspirado en la temática de consciencia y reflexión sobre el agua y su importancia. Esto tuvo harto impacto, los niños y profesores salían encantados y comentando pues nunca habían visto algo así. El trabajo estaba hecho con mucha dedicación y humildad y creo que eso logro transmitirse.
En la sala del CRA se estaba exponiendo también el tráiler del proceso de residencia bajo la dirección de Dereck Gemmel, todos entraban y se reconocían en el video, los apoderados pudieron interiorizarse aún más sobre lo que habían vivido sus hijos y con qué sentido se había hecho.
Además, y para finalizar la actividad, trajimos a Trío Cosa, un grupo de músicos de cumbia clásica santiaguinos junto con Nicolás Bascuñán (ex músico de banda de cumbia Anarquía Tropikal) que hizo una instalación de cumbia ritual donde homenajea y da sentido a la cumbia en este contexto, todo con la intensión de terminar todo como una gran fiesta y efectivamente la fiesta prendió, pues alumnos y profesores bailaron como si el mundo se estuviera acabando.
En realidad todo el cierre fue bastante redondo, vinieron María Rosa Cortés y Mariela Abasto del CNCA regional y estaban muy contentas y satisfechas de todo el proceso. Fue una instancia muy linda de compartir y disfrutar, de poder ver al los niños por última vez y a pesar de que muchos de ellos aún no logran entender que no somos de acá, que no estaremos el próximo año, nos vamos contentos y felices de tanto aprendizaje. Fue una experiencia inolvidable, conocimos amigos y compañeros de vida, conocimos a niños, profesores y personas hermosas, llenas de talentos, de energía y creatividad. Espero que para todos haya sido una experiencia tan significativa como para nosotros, momentos de la vida que solo son posibles de vivir cuando hay entrega total. Gracias a todos los que fueron partícipes y gestores de esta experiencia, desde el CNCA, la escuela, los niños, profesores y vecinos en general, nunca lo olvidaremos.