Dos niños mellizos llegaron al colegio antes que todo empezara, la música infantil latinoamericana y los “Jarkas” empezaron a sonar desde el principio. El granizado, las cabritas y los completos empezaron a salir mientras un grupo de mamás llegaban con varias pizzas para compartir, así empezaba la “Jornada creativa” en Ollagüe. Métale sacando fotos, pensé que en este proyecto ya se siente una cooperativa, Darío, Carlitos, todas las niñas y niños, la señora Carmen, la Dory, Graciela, Vanessa, Miriam, las Pames, la directora Nidia, María Eugenia, los profes, empiezan a ser las caras de este proyecto y eso nos tiene felices. Hay taca taca, mesas de ajedrez, mesas para dibujar los bocetos de nuestro próximo mosaico, mesas para hacer más coronas de flores, conversamos de todo y jugamos a hacer con sentido. La actividad estuvo preciosa, disfrutamos una mañana en la mitad de esta residencia como un rito de compromiso, Bernardita, la paramédica del consultorio, inscribió en mi cuaderno a la gente para las próximas actividades, la orquesta empieza a conversar sobre nuevas ideas para el nuevo vídeo en una perfecta quermes. Es muy importante juntarse, juntarse para lo que sea, para lo que salga, y todo salió. Tenemos los insumos para hacer los mosaicos, la acción “Cocer la tierra” este sábado, me motivé con hacer una revista con todos los dibujos, tenemos ahora el nuevo taller permanente de coronas de papel, esta vez liderado por la Pame, hablamos que podríamos recuperar espacios abandonados, en fin, una jornada divertida y creativa de aquellas.