Hoy fue un día especial, se suma al equipo y al trabajo comunitario Rebeca González, actriz, dramaturga y pedagoga social. En las actividades con el grupo de la mañana y tarde del programa Cediam, pudimos vivenciar una maravillosa experiencia de conexión con ellos mismos, sus cuerpos, sus emociones, cada palabra con la que se nombra al mundo y se deja a la luz el universo que nos contiene. La importancia de mirarse y amarse tal cual se es, sumando y desechando conforme la vida. Con Rebeca compartimos el ejercicio de agradecer a nuestro cuerpo. Ese cuerpo que “tanto nos ha acompañado y soportado en el peso de los años”. Esto es lo que leemos en las palabras sencillas de esa reflexión colectiva de mirarse y sentirse, aun cuando el cuerpo está cansado… 85 años, 67, 73… 95 años – como los que ha vivido Carlina, “la primera dama” del Cediam – quien con orgullo muestra su condición de “mujer de campo pue`”. Y en cada narrativa, y todas las imágenes que las ilustran, es perceptible sentir esa conexión con uno, con uno mismo, y con el del lado, que es otro yo mismo. La experiencia de ver a don Tito subir su mirada, y mirar el entorno de forma curiosa, como si abriera sus ojos al mundo por primea vez. Cada grieta en la cara, cada rasgo, cada cuerpo, cada palabra se conectó en esos mágicos momentos. Les dejamos estas imágenes donde se puede reconocer esa oralidad tan rica y tan madura.