Comienza la residencia de arte colaborativo y mi primer encuentro con la comunidad ocurre en Tierra Amarilla durante la reunión anual de escuelas rurales. Es el día en que se comparten experiencias, muestras artísticas, desfiles en la calle y luego una tarde de juegos y comidas para los niños y niñas de las escuelas junto a sus familias.
La oportunidad de ver a los niños y niñas participando y bailando, sus apoderadas y madres preparando la comida y a sus profesoras y director organizando los juegos y actividades, me permitió ver un poco del trabajo comunitario que se realiza y voluntad para encontrarse y compartir experiencias. Este punto de partida me invita a observar y a escuchar señales que me ayuden a encontrar un camino, para que el tiempo del proyecto Voces del Valle, pueda contribuir y apoyar estos encuentros y vínculos comunitarios a través del arte. Lo primero es encontrarse, conocerse y sentir los ritmos de este nuevo lugar.