Llegó el tan esperado día del paseo al cerro. Pese a que se hizo perifoneo con el vehículo municipal y se realizó convocatoria puerta a puerta, nuestro paseo no pudo concretarse. Nos dijeron que el día sábado no era un buen día para este tipo de actividades, porque es sagrado para la familia ya que todos trabajan en la semana, y el fin de semana es la única instancia para compartir con todo el grupo familiar. Es el día también que hay feria persa en Quinta de Tilcoco, por lo que gran parte de la comunidad sale a pasear en la tarde. Lo intentaremos nuevamente a media semana, ya que en el puerta a puerta y al conversar con las familias, vimos que efectivamente es una actividad que le gusta a la comunidad, pero la fecha no favoreció para que se concretara. Lo positivo es que en la espera a que llegaran los niños y jóvenes, pudimos conversar con dos chicas muy interesadas en el proyecto: Bárbara Calderón, a quien conocimos en el octavo básico durante las actividades que se desarrollaron durante noviembre y diciembre en la escuela, y por supuesto nuestra más motivada artista local: Magdalena Mora, la cantante. Ella, durante nuestra larga tertulia mientras esperamos a que llegara más gente, nos relató extensamente sobre una de las tradiciones más conmovedoras y emotivas de la localidad de La Viña: el acompañamiento comunitario a la familia cuando un vecino fallece. Nos narró cómo el pueblo se vacía y deja sus rutinas cotidianas para acompañar a la familia en duelo. En sus palabras podemos ver la solidaridad de esta comunidad para compartir el dolor. Recuerdo sus palabras, y me emociona y conmueve tan importante gesto, y cómo narra con orgullo el ser parte de esta simbólica tradición. Pudimos ver que esta conversación fue como un golpe de inspiración para esta artista local, quien se entusiasma con narrar artísticamente este universo local y toda su riqueza.