Por las quebradas donde corrió el barro, y por el fuego que quemó una casa, todo se fue transformando.
Todo espacio íntimo es un espacio universal, si se vive en secreto, en familia o amigos, siempre y de alguna manera nos cruza como especie y como especies. El fin de semana fui invitada a un cumpleaños en la población Vizcachas, con cazuela y asado, todas y todos a la mesa y las preguntas del lugar de allá y del lugar de acá. Fuimos a buscar leña de parra y a visitar los hornos del carbón artesanal. Me contaron de los bailes chinos de la cordillera y la fiesta de la challa, tradiciones que hoy se han perdido en esta zona, me explican, porque los viejos que se fueron muriendo. La casa de Vizcachas tiene en cada rincón un jardín, con especies de plantas, flores y cactus, también palomas, gallinas y pajaritos de colores.