BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Camino en costura Coronel - Isla Santa María, Biobío - 2017 Residente: 12NA: Plataforma de reciclaje textil
Publicado: 2 de octubre de 2017
Etapa II: Conociendo al 5to básico de Puerto Sur

Luego de las fiestas de Septiembre y los temporales (al menos parte de ellos), llegó el momento de comenzar el trabajo de vinculación con los niños y niñas de la Isla. Partimos por Puerto Sur, porque somos vecinos, porque para dar con las personas claves que pueden ayudar en el desarrollo del proyecto básicamente debes salir a preguntarles a tus vecinos.

Alejandro, el director de la escuela nos habló del profe Antonio, de sus motivados alumnos, su interés en el reciclaje, las salidas a terreno y su buena disposición. Luego de una clase como oyentes ya somos parte del grupo, ahora nos toca proponer. ¿Quiénes somos? ¿Qué hacemos acá? Son las preguntas de rigor. Y aun cuando las respuestas están en constante cambio, sí tenemos claro que queremos conocerlos, que nos muestren la isla y sus intereses. La sala de clases es un lugar seguro y de jerarquías establecidas. Allí los procesos colaborativos cuestan hacerse ver, pero es un paso obligatorio para llegar a ellos e integrarlos al proyecto. Con lo que vemos y nos cuentan, eso no será problema, pues tienen a todas luces más energía que nosotras y eso que tenemos bastante.

La desconexión Norte/Sur no es un tema para los niños y las niñas. Ellos viajan a diario de aquí para allá, se vinculan y se mezclan. Se conocen y ya nos conocían: “Ustedes viven en la casa de los banderines de colores flúor”. Esa misma.

Ellos están trabajado el tema de la publicidad, diseñando afiches para emprendimientos locales o fiestas ficticias: Un concierto de Shakira en la Isla, carreras de caballo, el mejor pan de Puerto Sur, estrenos de películas y tiendas de ropa de verano, entre otros. Luego de contarles sobre nuestro proyecto les pedimos ayuda para diseñar afiches de recolección de cachureos varios y que sean también una invitación a las vecinas y vecinos a colaborar.

Así como las señoras de los talleres textiles, los niños y las niñas saben que sus habilidades son distintas: hay un experto en logotipos, grandes calígrafas y dibujantes abstractos. Al finalizar la hora, la mayoría de los grupos ya terminó y comienzan con un encargo especial: Alguien les comentó por ahí que hoy es el cumpleaños de una de las chicas del equipo y comienzan a entonar esa tan clásica canción. La cumpleañera soy yo (Consuelo). Suena la campana y las chicas me entregan algunos regalos hechos en el momento con los materiales que sobraron. Apurados para salir de la sala hacia sus casas, prometen que mañana llegarán con más.

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