BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Ecología Acústica. Paisaje sonoro de Contulmo Contulmo, Biobío - 2016 Residente: Talleres sonoros
Publicado: 20 de octubre de 2016
Algunos encuentros

Estamos optimistas.

Hoy fue un buen día, habíamos coordinado durante una semana reuniones con dos personas de San Ernesto que son de gran interés para echar a andar nuestro proyecto. Juana Ramirez es la presidenta de la Junta de Vecinos de esta localidad, a pesar de haber olvidado que la visitaríamos como colectivo, junto a Valentina y Juan Fernandez, nos abrió las puertas de su casa para conversar una buena tarde acerca de lo que para ella significa su comuna. En esta primera reunión informal con Juana, también nos acompañaros sus hijas y sobrinas, habían ido a nadar al río que queda a menos de un kilómetro de su casa. Surgió como idea un día de camping y caminata de escucha hacía allá. Juana Ramirez es colaboradora, nos ha conversado sobre cómo reconoce su entorno a través de la escucha, haciendo un juego con el proyecto nuestro del que le hablamos.

Durante el resto de la tarde visitamos a Fabiola Mendez, ella es la presidenta del Centro de Padres y Apoderados de la pequeña escuela de San Ernesto, tiene un hijo y sobrinos que son alumnos allí, entonces nos manifiesta su entusiasmo al conocer e imaginar las actividades en forma de talleres y convivencias que planeamos.

Entonces esperamos con ansias el próximo día de reunión con ellas, la mayoría mujeres y madres del centro de apoderados. Organizamos una “mateada” como primer encuentro, con algo rico para comer y conversar sobre su entorno, presentarles nuestro proyecto, quienes somos y como nos podríamos colaborar. Por lo pronto las principales actividades son la realización de taller con los estudiantes de la escuela, que son niños de hasta 12 años y trabajar en un horario conjunto a las mamás con actividades y ejercicios de escucha. Fabiola nos conversa acerca del “mingaco”, tradición en la cual los familiares, amigos, vecinos y conocidos trabajan juntos durante todo un día para echar a andar y finalizar una faena, generalmente se trata de arar el terreno para sembrar o de cosechar finalmente lo que ha crecido. Al final del día, cuando ya está casi terminada la tarea se come y se toma como se merece, se trasforma en una gran celebración la jornada. Tenemos muchas ganas de poder estar en un mingaco… Por ahora, cuando empieze el mejor tiempo iremos al río!

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