Nos preguntamos si conocíamos a los vecinos, el del lado o de la casa siguiente, extendimos el mapa para identificar cada casa y su propietario.
No fue tarea fácil, muchos de los participantes ni siquiera conocían a su vecino más próximo. Lo que hacía, o cómo vivía.
Salió cada uno a averiguar el nombre de sus vecinos y luego hacer un pequeño mapa, además fotografiaron las fachadas de cada casa de su cuadra.
Comenzamos a conocernos.