Estos días hemos estado teniendo encuentros con las personas de Purén y algunos sectores del campo, hemos recolectado algunos tipos de relatos de esta zona, los cuales aún creemos que son muy generales, pero como el tiempo avanza, es necesario comenzar a hacer una selección para poder plasmar las creaciones con las participantes. Nos juntamos con algunos participantes para poder dar comienzo a la creación. Nos reunimos en una casa de campo entre medio de las fibras vegetales donde conocimos a una familia (donde la mayoría son mujeres) a quienes les gusta aprender y crear con sus manos, aquí nos quedamos en la parte delantera de su casa donde disponen de una mesa y sillas de madera bajo un techo a la intemperie, conversando acerca de historias de vida y algunas leyendas de la zona. Los participantes comenzaron a recordar historias que les habían contado sus padres, empezamos tomando las fibras, algunas diciendo que nunca habían hecho nada con ñocha, coirón, paja blanca o mimbre, pero todas dispuestas a poder crear con el fin de aprender para poder seguir experimentando en el mundo de la imaginación. La verdad es que encontrarnos con personas así es una bendición, realmente me siento agradecida de poder compartir con personas que están dispuestas a crear solo por que les gusta, además varios integrantes de esta familia tienen ganas de enseñar lo que saben, realmente esto se agradece porque se ve que lo sienten desde el corazón. Hoy hay sol, lo que nos facilita estar en el exterior, la mamá de esta familia está un poco enferma, sale de su casa con curiosidad para ver que íbamos a hacer, entonces se sienta en una de las sillas, toma la ñocha y empieza a hablar sobre cómo su mamá hace muchos muchos años hacía cestería utilizando esta fibra. Comienza tomando una fibra y la enrolla preguntando donde está la aguja para la ñocha, una de sus hijas le pasa una aguja (aguja larga y gruesa), como su vista no es muy buena solo hace unos gestos tratando de explicarnos la posición en la cual se tiene que poner ésta para poder armar algo, luego se cansa un poco y entra a su casa para estar al lado de la estufa. Aún se siente un poco de frío, aveces aquí el clima cambia drásticamente y corre mucho viento helado. Nosotras seguimos afuera conversando y viendo posibles formas y relacionándolas con las historias que las personas nos han ido contando.