El 5 y 6 de noviembre se celebró en Melipeuco la 4ta versión de la Fiesta del Baqueano, un festival donde un desfile se toma la calle, la demostración de tradiciones y destrezas están –literalmente- a la vuelta de la esquina, y la plaza del pueblo se convierte en un festín culinario. Durante estos dos días, además de conocer, disfrutar y ver en primera persona un sincretismo cultural, estuvimos encargados de un ciclo de cine en el Parador Turístico de Melipeuco. Recopilamos y exhibimos documentales y reportajes realizados en la zona, y sobre la zona: Memorias del Llaima, La ruta del contrabandista, entrevista a mujeres campesinas, entre otros registros locales.
8 y 9 de noviembre. Después de dos reuniones y una serie de llamados por teléfono pudimos comenzar con nuestro primer taller en la Escuela Nº 10 Llaima, escuela rural de nombre, pero muy avanzada en términos culturales. Trabajamos con un grupo de niños entre 7mo y 8vo básico; ocho alumnos en total. En un comienzo –cómo no- tímidos, pero luego reconocieron la confianza y fueron hablando cada vez más fuerte. Dibujamos mitos, vimos el corto “Halahaches” de la directora Alejandra Jaramillo (increíble representación de los Selk’nam), contaron historias sobre sus objetos, entrevistaron a sus compañeros y aprendieron a usar una cámara profesional, trabajo fácil para ellos ya que, a pesar de vivir en medio de la cordillera, la tecnología es cotidiana. Después de todas las actividades entramos de lleno a tratar el tema del documental, el cual los futuros nuevos documentalistas decidieron contar los mitos e historias locales.