El sábado fue un día más de la semana. Se acabó el ritmo lento que vivimos en un comienzo, ahora, con el inicio de los talleres comenzó el proceso más duro de la residencia. Nos reunimos con la comunidad mapuche Juan Meli, los primeros en invitarnos a presentar el proyecto en comunidad. La respuesta del grupo fue una sola: “hagámoslo, pero que sea el fiel reflejo de nuestra historia”. Avanzamos. Día lunes. Llegó a la residencia Josefina Buschmann, compañera MAFI que estará apoyando en el taller en la escuela Nº10 Llaima. Ese mismo lunes tuvimos el primer taller con las mujeres campesinas, quienes llegaron a pesar del viento y la lluvia a nuestra casa. Conversamos, contaron historias, definieron su vida en Melipeuco a través de la lana. Increíble la motivación y el carisma de estas mujeres. Al día siguiente partimos a Santa María de Llaima a la primera clase de Josefina donde los niños no perdieron tiempo en definir la historia, distribuir cargos y planificar el rodaje del día siguiente. A la vuelta de la escuela tuvimos el primer taller en el Liceo Los Andes de Melipeuco, donde costó tener la concentración de los jóvenes, pero finalmente se destacó la importancia del taller, de tener una obra firmada por ellos mismos y que sea el reflejo de su trabajo.
Miércoles. Volvimos a la escuela 10 para comenzar con el primer día de rodaje. Se preparan directoras, sonidistas, actores y directores de arte para su primera experiencia de rodaje. El resultado: una aglomerada grabación de una escena crucial de lo que será la representación de la unión de mitos locales. Mismo miércoles en la tarde, nos juntamos con la agrupación de guías locales de Melipeuco, un grupo de jóvenes oriundos y otros que llegaron desde fuera, y que emprenden rumbo al turismo, haciendo de los alrededores naturales su fuente de trabajo. Esa explicación es correcta, pero escueta, ya que más que un trabajo es un oficio, este grupo sale a recorrer las montañas, ríos, cañones, volcanes y bosques como si fuesen los pasillos y habitaciones de su casa; comentan en el camino los ires y venires de centenares de historias, una labor realmente loable. Y bueno, trabajaremos con ellos también complementando la historia de Melipeuco con su versión de los hechos.