El Valle de Alicahue se destaca por su gran riqueza de la oralidad, relatos vinculados a la tradición minera y campesina que desde su fundación lo vienen acompañando numerosos cuentos y leyendas sobre apariciones del diablo, asociado a la custodia de los tesoros de las minas, especialmente oro, de animales con atributos fantásticos y sobrenaturales, y de duendes. Estos relatos de la memoria colectiva fueron nuestra principal fuente de inspiración para realizar el pasa calle de la escuela y una pequeña intervención artística colectiva de niños quienes por primera vez se adentraron en el mágico y profundo bosque de Los Perales, en donde según los lugareños habita un extraño pájaro gigante.
Para los niños y niñas fue más que una experiencia significativa, entendieron que las artes visuales son mucho más que pintar, que con la utilización de materiales reciclados puedes hacer maravillas solamente utilizando la creatividad y que el trabajo colaborativo y en equipo genera resultados que van más allá de lo palpable.