El pirata Arjona desembarca en la escuela Francisco Coloane. Lo hace con un carrito de residuos y de la mano de Nicole, de la residencia artística Camino en Costura y Mariano de 12NA, que llevan un par de meses trabajando con el 5to año de dicho centro el concepto Nakama: amigos con una misión de equipo. Para teatralizar la sesión bajamos las luces y ponemos una banda sonora de piratas mientras los alumnos y alumnas entran en la sala y se sientan en las mesas que hemos dispuesto en el centro.
Bajamos la música y Nicole pregunta que si se han acordado de traer el pañuelo distintivo de los Nakama. Con un poco de sorpresa y nervio visiblemente reflejado en la cara de las chicas y chicos, descubrimos que sólo lo ha traído Noemí. Entonces, Nicole presenta al nuevo visitante, que aguarda cubierto con un poncho negro en una esquina de la sala.
Se levanta, camina con sus pesadas botas y se coloca frente de la pizarra, mientras toma una gran bocanada de aliento para contar su historia: “Me llamo Arjona el pirata, llevo años ayudando a los Nakamas a facilitar su misión fabricando junto a ellos herramientas y artilugios. He venido a la Isla Santa María a buscar a los nuevos Nakamas, pero antes… ¿Qué sabéis de los Nakama?”
Los alumnos y alumnas van contestando en un ordenado turno de palabra: Trabajo en equipo, compañerismo, preocuparse por el medioambiente…Parece que han entendido el concepto, pero ¿Lo pondrán en práctica?
Empezamos charlando sobre conceptos como: recolección, residuos, materiales, reciclaje, fabricación, herramientas, y proyectamos las actividades y necesidades que vamos a tener en común. Les muestro herramientas rudimentarias de los primeros Nakamas, ancestros que habitaron la tierra hace cientos de años, cuando la era del deshecho comenzó a poblar hasta las islas más aisladas del planeta. Algunas no funcionan tan bien, por la cantidad de uso y años que tienen, otras son conocidas por todos y hay algunas que no habían sido vistas antes. Después de meditar sobre los materiales y elementos con los que están construidas las herramientas y su función, ponemos sobre la mesa distintos residuos que han sido recolectados por ellos mismos los días anteriores.
Hacemos tres equipos que deciden qué herramientas van a fabricar en común, que hagan más fácil la tarea de los Nakama. Eligen a un portavoz y los objetivos son:
-Un barco
-Un saco recolector
-Una funda de ladrillos ecológicos
Después de 30 minutos de trabajo, la creatividad desborda el aula. Mientras avanzan en la construcción de elementos colectivamente, aflora el ingenio individual y nuevas propuestas aparecen, acompañando y complementando el objetivo grupal del resultado final. Cada portavoz explica a los otros grupos cómo usar las herramientas que ellos han diseñado y construido:
-Varios modelos de distintos tamaños de barcos recolectores de residuos que van al mar.
-La SBN: Super Bolsa Nakama de recolección y clasificación de residuos.
-La regadera femenina para desinfectar superficies (podemos trabajar más en esto…)
-Varios modelos de fundas de ladrillos ecológicos intercambiables.
-Pinzas gigantes para recolección.
Al finalizar el encuentro y dirigirme hacia la cueva que me dará alojo por un tiempo en esta isla, me invade una gran satisfacción. No me queda ninguna duda que serán unos de los Nakamas más grandes que dará la historia (o al menos de los que conoceré en tierra firme). Su entrega y entusiasmo me demuestran que están más que preparados para su siguiente misión: SAFARI DE RECOLECCIÓN DE RESIDUOS.