Por la mañana fuimos a la plaza del Huique con Luz Ángela, una hora antes del comienzo de la actividad, y aprovechamos el día de feria para nuevamente invitar a los huicanos. A Luz Ángela le pareció gracioso que pusiéramos en el flyer “Escritora colombiana”, a nosotros también nos hizo gracia escribirlo. Por una parte es verdad, ella naci en ﷽﷽﷽﷽﷽﷽ es verdad, ella nació parte es verdad, ella nacihamos el desr, nuestra oficina pese momento le o una ventana para daró en Colombia, aprovechamos esa experiencia de vida y origen como gancho publicitario pensando que hasta por curiosidad podrían acercarse a la conversación, pero no resultó.
A las 11 am. nos fuimos de la plaza al museo, día soleado, camino de tierra. Estuvimos esperando en la entrada del museo hasta las 12 pm, llegaron 4 personas, ninguna de ellas Huicana. Preparamos los equipos para el registro y comenzamos a recorrer. Luza primero, hizo una revisión histórica de las haciendas, de su origen y desarrollo, para luego, desde esa imagen, hablar del jardín estableciendo una analogía muy interesante entre lo “salvaje” y lo “civilizado”, entendiendo la configuración del jardín como articulación de una naturaleza salvaje que se constituye en paisaje, claramente un paisaje que responde a formas propias del mundo europeo católico. Ese primer enunciado determinó las lecturas siguientes, lo que fue muy interesante ya que comenzamos a visibilizar detalles que antes habían pasado desapercibidos. En los salones donde se conserva de mejor forma el espíritu colonial -desde esta lectura del jardín- persiste un gesto muy interesante ya que muchos detalles de la pintura ornamental, adornos, manillas, hacen clara referencia a formas de la naturaleza. Flores de Liz en yeso, hojas de parra en opalina, racimos de uva en bronce.
Este adentro/afuera, jardín/salón es una interesantísima dualidad para comprender la configuración del mundo colonial y su devenir simbólico posterior.
Ya, luego de esta tercera visita el museo es como una torta de mil hojas, como una sábana doblada, en este momento el nombre de nuestro proyecto “El repliegue de Palmilla” cobra muchísimo sentido.