Desde el 29 de Septiembre no ha parado de llover, y el mal tiempo no parecer querer desaparecer fácilmente, aun así, con el clima torrentoso y abrazador, nos encaminamos a la escuela para poder ver a los niños y compartir un momento grato con ellos, a pesar de estar todas empapadas y con el miedo de resfriarnos nos mantuvimos ahí.
Tuvimos la oportunidad de realizar un excelente entrenamiento físico (teatro) con los niños, para poder entrar en calor y abrigar el cuerpo, también les pedimos que representaran algún objeto de la sala por medio de una improvisación teatral, finalmente nos fuimos de “viaje” donde estuvimos acampando (dentro de la sala), y contamos leyendas de la escuela y sus alrededores, fue una instancia muy entretenida…y tenebrosa a la vez, con mi compañera esperamos que no se nos aparezca un puma o un duende salvaje por estos lares.