La primera vez que vine a El Chañar pensé que iba a encontrar dinosaurios. Al buscar este pueblo en internet, la imagen que destaca es la réplica de un tiranosaurio localizado en el Monumento Natural Pichasca, del escultor local Aldo Cornero. Pero en realidad nos encontramos varios kilómetros a la interna de Río Hurtado. Netamente rural, complementado por actividad ganadera y minera, en este valle figuran varios pueblos al margen de toda actividad central en medio de un paisaje con rastros megafaúnicos. Poco se habla aquí sobre el alzamiento social y la crisis política: la participación en la reciente Consulta Ciudadana fue baja ya que no se habilitó el voto virtual ni se dispusieron de buses de acercamiento hacia los puntos de consulta. Pero al menos ayer, en Ovalle, quemaron casetas de peaje frente a un alza de tarifa abusiva.
En cuanto a la residencia, hemos conversado con la JJ.VV El Chañar, el Club del Adulto Mayor “Despertar Campesino” y la Escuela “Hijos del Chañar”. Desde ahí se definieron como acciones iniciales la implementación de un huerto/invernadero en la escuela (reforzado por encuentros de ecosofía y educación medioambiental) además de generar iniciativas comunitarias, artísticas y veladas sobre poesía y tradición oral. Todo en estricto proceso.Hace poco hicimos un taller nominado ENTERO BÍO, enfocado en la conversación sobre los residuos, su tiempo de permanencia en el medio natural, su reutilización, seguido de un taller de almácigos con miras a fundar el invernadero. Este sábado comenzará el dibujo colaborativo del huerto en el que está invitada la comunidad para ver qué esperan de este proyecto y a quiénes les gustaría formar parte de su desarrollo.
Seguimos.