Residencia de arte colaborativo, el absurdo de los procesos administrativos y la sobrecarga laboral. Me sumo como residente al desencanto de los inexplicables procedimientos y planificaciones que pretenden en poco tiempo generar instancias de reflexión, acciones creativas comunitarias, rendiciones macabramente detalladas, bitácoras, levantamiento de información, relaciones e involucramiento de toda una comunidad (a pesar de no contar con mediador en el momento pertinente, trabajo que finalmente debe ser asumido gratuitamente por el residente para hacer posible la propuesta) un cúmulo de acciones que requieren un tiempo y horas de trabajo las cuales se deben concentrar y extender. Una mala planificación de los objetivos v/s tiempo?, un desconocimiento de los tiempos de los procesos? falta de creatividad en la entrega de información y protocolos que permitan agilizar los procesos administrativos? un abuso a la necesidad creativa y/o vocación del trabajo comunitario?… y así varías preguntas que surgen para dar explicación a todas las solicitudes y procedimientos de rendición. Afortunadamente es el arte el que nos mueve y nutre, son los integrantes de la comunidad con su interés, necesidades, problemáticas y creación que permiten olvidar estos absurdos y desgastantes procesos que mutilan el encanto que genera la experiencia. Lamentablemente no me sorprende, así ha sido dirigida nuestra educación, la producción por sobre las emociones y la calidad de vida, con el discurso del profesionalismo, el trabajo en equipo y la eficiencia.
Finalmente lo más importante de todo, es que los objetivos se han cumplido, por lo que podemos concluir que la propuesta está siendo exitosa!!!! a sobarse el lomo, felicitarse y sonreír.