Escrito por Sonia Sanhueza.
Llegué a participar de la residencia “Camino en Costura” los últimos 10 días de la experiencia. Mi tarea era intentar cerrar el proceso abierto con el grupo de mujeres “Las Arañitas Tejedoras”, que desde la perspectiva de Mariano, estaba complicado, con una relación que iba y venía pero que no terminaba de cuajar. Su explicación a esto es que hay un problema con los hombres –ejemplifica con un par de situaciones bastantes duras-, por lo que cree que se necesita energía femenina. Los bolsos de jeans y telas y el logo que crearon junto a Andrés están a medio camino y la intención del equipo es averiguar si quieren seguir o no, y de qué forma.
Hicimos dupla con Paloma, invitada del Taller Humano, que también llegó estos días a la isla, y el lunes nos fuimos a su sede a hablar con ellas. Nos recibieron positivamente y nos sentamos a la mesa para retomar el diálogo. Los bolsos estaban listos, es más, ya los estaban usando. No eran muchos pero estaban terminados. También nos mostraron unos 20 bolsos cocidos en arpillera y nos preguntaron por el logo. Seguimos conversando un rato más y nos contaron que les parecía interesante lo de los vasos de vidrio hechos con botellas que habían visto la última vez en casa, así es que quedamos en que lo veríamos junto a ellas.
Cuando llegamos a la casa base, l@s chic@s que han estado los tres meses estaban bastante sorprendidos, especialmente Mariano, porque ell@s no se imaginaron que hubiesen seguido con los bolsos durante el tiempo que él estuvo fuera. Decidimos abordar durante la semana algunos ejercicios con stencil, para materializar de alguna forma el logo.
El martes partimos con Paloma y Nicole, nuevamente a hacer el ejercicio de cortar botellas. Estaban bastante entusiasmadas y veían con claridad la utilidad de la máquina, aunque no todas las pruebas eran exitosas. Comadreé un buen rato con ellas mientras algunas ejercitaban el corte de botella en la medida que se iban atreviendo. Conversamos sobre cosas varias pero también del logo, el cual llegaría el viernes en avioneta, pero que mientras tanto trabajaríamos desde el stencil. Volvimos cada día más contentas porque la relación con ellas fluía con toda naturalidad, de hecho todas querían probar en una próxima sesión la posibilidad de cortar sus botellas. El miércoles comenzamos con la experimentación en stencil. Andrés volvía luego de varios días al grupo de señoras. De cierta forma él también venía a cerrar el proceso del logo, el que ya había empezado semanas atrás pero desde otro lugar y con otros problemas. Este día también les propusimos hacer registros audiovisuales con Caco, otro audiovisualista invitado, al aire libre, en un lugar propuesto por ellas en el que pudiesen además mostrar sus trabajos. Todas quisieron ir: Ingrid, María, Ángela, Gloria, Valeria, Pascuala, Norma, Yeimy y Sofía. Sólo faltaron Rosa y Estela, que no fueron al taller de costura ese día.
Finalmente, el viernes, llegó a mediodía el stencil desde Concepción en avioneta. Esta vez fuimos con Mariano a presentarles el bastidor terminado con las tintas para hacer pruebas y practicar su uso. Preparamos la mesa de trabajo y comenzamos con las pruebas. Cuando se hizo el primer estampado y vieron el logo grabado, la satisfacción inundó la sala. Fue un lindo momento. Todas quisieron probar la nueva herramienta y comenzaron de inmediato a pensar cómo utilizarla en las telas. El sábado, visitando a Catalina, la doctora, nos contó que en el negocio de Paty habían bolsas para el pan y los huevos con logotipo en venta. Hoy fuimos a comprar una.