Hoy en nuestra primera jornada de trabajo con las mujeres, asistieron ocho. Volvimos a preparar una rica once, se les entregó a cada una, una libreta con ilustraciones de flores del desierto florido de Atacama, en su interior con un timbre estaba puesto el nombre del proyecto. El primer ejercicio fue hablar de la edad de permanencia en el territorio de cada una, para llegar al: ¿cómo llegaron?. Esto nos permitió conocer a las vecinas mas antiguas y a las nuevas. Lo interesante de este ejercicio fue que, a pesar de que hace algunos años se integraron al barrio diecinueve familias, re ubicadas por el programa un techo para Chile, todas se sienten muy unidas.
Posterior a aquel diálogo, se desarrolló la primera acción gráfica, dibujar el camino de subida a su casa. Debían realizar un dibujo y posterior a eso comentarlo. Con aquella descripción aprendimos a conocer los tiempos y las realidades de cada una, los dibujos, algunos de dos hojas, nos describían un mapa multicultural e individual que se cruzaba con calles, casas y árboles.