No ha sido fácil enfrentar una realidad como la de Los Balcones, los entusiastas participantes de la comunidad van mermando conforme pasan los días, nos cuesta mantener el grupo. Cada semana estimulamos a la participación, pero el cotidiano demanda para los vecinos otras prioridades.
Trabajamos lentamente para no invadir el lugar, cuesta romper el cerco del diseño mal logrado en estos grupos habitacionales.
Nuestra trabajo se ha centrado en entrar en las vidas de estas personas. Esta semana hemos llegado a su familia y su lugar, por medio de sus ojos y la cámara.