En Loyca ocurrió algo singular: la aparición y formación de cantores de alta esfera, grandes poetas populares, cantores a lo divino y a lo humano, conocedores de entonaciones, incluso creadores de entonaciones o melodías. Los más conocidos fueron Atalicio Aguilar, Honorio Quila y Miguel Galleguillos, todos de Loyca, el único aún vivo, Domingo Pontigo, habita actualmente el sector de Las Pataguas. También se reconoce de esta zona a Carlos Marambio y su hijo, quienes migraron a Melipilla. Allí también vivió Abel Fuenzalida, gran poeta que entregó muchos de sus versos para que los cantaran cantores de su región. Muy cerca en Las Cabras, están los hermanos Correa, Segundo y Andrés, muy reconocidos. Hacia el norte, al otro lado del río Maipo, Arnoldo Madariaga y su descendencia. Son figuras grandes, de un saber inmenso sobre la poesía, con cientos versos creados, cantados, vidas enteras avocadas a este arte y devoción. Todos conviviendo en un espacio cercano, alrededor de la cuenca y desembocadura del río Maipo y sus límites norte (Cartagena) y sur (Durazno de Las Cabras).
Hoy fuimos a la casa de don Miguel Galleguillos, nos atendió su hija Ada. Don Miguel murió hace alrededor de 20 años pero aún siguen llegando personas a su casa a preguntar por su legado, por su recuerdo. Hace unos días atrás había pasado Francisco Astorga, otro experimentado poeta y cantor de la zona de Rancagua, junto al nieto de Atalicio, Alex.
La señora Ada Galleguillos tiene de su padre cuadernos escritos a mano, un libro sobre su figura “El Patriarca del Canto a lo Divino” (que es como le decían), grabaciones de video, cassettes de música, dice que ellos como familia donaron 3 tomos de versos de don Miguel en libros empastados al Museo del Templo Votivo de Maipú.
Muchos de los cantores nombrados cuentan con publicaciones sonoras, escritas, documentales, es un material poco conocido, pero amplio. El espacio de la biblioteca municipal que estamos habilitando en esta Residencia es para juntar este material, una biblioteca universal del canto a lo divino que quizás pueda ser un modelo de referencia para otras comunas donde exista esta tradición y se quieran pensar en acciones para preservarla.
Paralelo a esto, existen muchos cantores anónimos igual de importantes que los que nombramos más arriba, quienes han convivido con ellos y que en su conjunto conforman la voz total del canto. Son muchos, aún viven, escriben poesía, saben las entonaciones antiguas, incluso participan de talleres a veces.
Nuestro trabajo pretende trabajar con todos ellos. Dentro de los objetivos de esta residencia está editar 3 discos de canto, con 21 cultores y cultoras. También realizamos un programa de radio que incluye 19 personas vinculadas al canto y su contexto, el libro como objetivo principal, agrupará a todos ellos.