Ya estamos MUCAM en pleno, Gastón, Daniel, Danilo y quien escribe (Carlo). Salimos temprano a recorrer la comuna ya que tenemos que ubicar cantores, ir al museo del Huique y de pasada ver algunos murales de la comuna pensando en el mural que quieren hacer los chicxs.
Fuimos al museo temprano porque Gastón no ha ido y queremos que vea las parras que hay en el patio lateral, a un lado del comedor. Este parronal es añoso y nos interesa conocer sus variedades por todo el trabajo que estamos haciendo, cruzando interpretaciones, sentidos. Gastón nos enseña -nuevamente- algo de ampelografía (campo de la botánica que estudia y califica las variedades de vides) y recorremos el patio observando las hojas, luego los primeros brotes de uva, su estructura y si cuelgan o se elevan al cielo. Revisando nos dimos cuenta que tienen variedad de uva blanca (Pedro Jiménez) y negra (País, Cabernet). Esta casona tiene una enorme cantidad de variedad de plantas, así como de árboles frutales, de hecho hasta hay 2 lúcumos, algo que nunca había visto.
Primero fuimos a Valle Hermoso a ver un mural del que siempre nos hablan –cuando sale el tema- los habitantes del Huique. Es una gran muralla pintada por la comunidad, incluso tiene un mosaico en medio de la composición hecho a pulso, por lo que nos contaron estuvieron un mes completo trabajando en él. Conversando nos percatamos de que hay varias cosas que llaman nuestra atención, en primer lugar es un muy buen trabajo pictórico, es interesante la relación entre la escala del mural y la pincelada del cuadro que representa el pasado de Valle Hermoso, es el “cuadro” mas escenificado, es decir corresponde a una situación de personaje y contexto. En esta parte del cuadro se ve a un campesino a la sombra de un árbol bebiendo vino en garrafa y mirando el paisaje, en un tono algo bucólico. El pintor de esta escena tuvo la pericia de escalar el gesto pictórico a las dimensiones del muro lo que produce una sensación interesante, es como si uno –el espectador- se achicara y estuviese frente a una pintura de formato mediano o como si la pintura fuera la gigantografía de un cuadro de tamaño medio. Al estar pintado con una actitud como de quien pinta sobre una tela en el taller y a su vez representar el pasado de Valle Hermoso se amarra directamente a la idea de una pintura “a la antigua”, de pintor de bastidor, de taller, de “academia”. Ese tono “añoso” contrasta diametralmente con el carácter iconográfico de la representación del futuro, una pintura que técnicamente contiene referencias al diseño gráfico, la publicidad y el graffiti. Desde una paleta de colores mucho más saturados que el resto del muro hasta la trama de imágenes compuestas en la lógica del collage. Hay mucho que decir de este mural y sería muy extenso, está lleno de detalles interesantes sin duda es un buen trabajo por lo mismo es muy “mentado” –hablado, referido- por la comunidad.
El otro mural que nos llamó la atención queda lejos del Huique, está en Paniahue, un sector anterior a Santa Cruz que hasta los setentas fuera una estación de trenes muy importante del ramal que unía San Fernando con Pichilemu. El mural a pesar de su ubicación no pasa desapercibido. Es un muro blanco de 10 metros de largo aprox. pintado solo con negro, lo que gráficamente evoca a la técnica de grabado xilografía. La referencia inmediata es Loro Coirón -artista francés radicado en Valparaíso- pero el tipo de figuración del mural tiene cierta “originalidad” aunque, como todo, hace eco de muchas gráficas callejeras, comic, ilustraciones. Mirándolo nos dimos cuenta de que eran pliegos de papel pegados al muro y quedamos con la duda de si era una impresión xilográfica como las de Loro Coirón o fue pintado sobre los papeles que luego pegaron al muro. De todos modos, la imagen total es dinámica y llena de detalles notables, hay mucho más que decir y conversar con los chicos del grupo SK8 pero principalmente tratar de organizarse para que podamos hacer este mismo recorrido viendo murales.
Preguntando por pintores en la zona las chicas de Servicio País nos hablaron de un pintor palmillano llamado Julio Escobar, no tienen su número de teléfono pero al parecer vive cerca de la plaza, a 10 cuadras de donde nosotros vivimos. Nos dejaremos caer uno de estos días.