Ya presentada con las señoras del grupo de tejido por la antropóloga, me reuní con Karina profesora de la escuela rural, su vocación se ve en cada detalle del trato a sus alumnos(as), 31 niños y niñas de primero a sexto básico. Saltando de un lado para otro está atenta a cada movimiento de los 31, abraza, da stiquets de premio, llama la atención, consuela, resuelve peleas, da tareas, felicita etc. En un torbellino de actividades en la que se percibe su plenitud, me siento afortunada pues ya siento que haremos un buen equipo de trabajo.
Desde el más pequeño al mayor opinan y participan con mucha motivación y compromiso por las ideas que les propuse realizar en el proyecto. Realizamos los primeros ejercicios de inicio al trabajo colectivo, armamos un solo grupo con todos los niveles.