“La búsqueda de los comienzos es la más importante de todas cuantas puedan emprenderse. Todos la intentamos, aunque no sea más que en breves momentos, como si realizar ese retorno fuese el único medio que tenemos de aprehendernos y de superarnos, de triunfar sobre nosotros mismos y sobre todo lo demás. Es también la única manera de evadirse que no sea una deserción o un engaño. Pero nos hemos acostumbrado a aferrarnos al porvenir, a colocar el apocalipsis por encima de la cosmogonía, a idolatrar el estallido y el fin, a confiar hasta el ridículo en la Revolución o en el Juicio Final. Toda nuestra arrogancia profética procede de ahí. ¿No valdría más dirigirse hacia el pasado, hacia un caos mucho más rico que el que aguardamos?
Con esta cita de E. M. Cioran extraída del prólogo del libro “Piedras” de Roger Caillois, comenzamos esta residencia, tercera experiencia consecutiva como grupo MUCAM (Museo Campesino en Movimiento) trabajando en este programa. Este año intentaremos explorar los orígenes del canto y la poesía campesina de la comuna de San Pedro de Melipilla y sus alrededores, así como sus formas de organización y expresión contemporáneas, concentrándonos principalmente en la siguiente pregunta: ¿cómo podemos pensar y entender lo colaborativo desde las formas de interacción que se dan dentro y fuera del canto (o la cultura del canto), en sus estructuras formales, sus discursos, tanto a nivel individual como colectivo, sus relaciones con el mundo institucional y doméstico, sus transformaciones a lo largo de los años, etc.?
Lo primero será instalarnos, ubicarnos en el territorio, conocer sus distintos sectores y aprendernos sus nombres, recorrer los caminos nuevos y antiguos, preguntar, conversar, reunirnos con personas que nos puedan dar un primer panorama “desde adentro” del lugar, y poco a poco, comenzar a diseñar nuestro trabajo, las metodologías, los tiempos que le dedicaremos a las reuniones colectivas, a los encuentros personales, a las mesas de trabajo, a la revisión de archivo, todo esto apuntando hacia una meta que es la publicación de un Atlas Simbólico donde se organice y quede plasmado el conocimiento recopilado durante los meses que se extienda nuestra estadía aquí.
El canto a lo divino es en sí un sistema de creencias expresado a partir de lógicas colectivas de colaboración lingüística. Si bien se puede ejecutar de manera solitaria, su máxima expresión, en términos formales, ocurre en la rueda, donde la poesía y el canto se espectralizan en diversas voces, timbres y versiones de un mismo tema, las cuales desde el lugar de lo coral, cuentan una y varias historias al mismo tiempo: transmiten una memoria.
Mientras tanto, un chercán reclama el sol desde la punta de su espino.