Buscando un lugar donde poder dejar las obras que hemos estado proyectando con los participantes, encontramos un lugar al aire libre que es dentro de la comuna de Purén, específicamente en una colina que a sus pies tiene una cancha de skate y en la parte superior posee un pequeño bosque donde anteriormente con los niños de la Escuela Enzo Ferrari hicimos unos tejidos de telarañas con cáñamo.
Este espacio creemos es adecuado, ya que aquí vienen chicos de diversas edades con quienes hemos conversado e invitado a participar en esta residencia colaborando con sus ideas y saberes. Conocimos hace varios días atrás a una agrupación llamada Armadura Viva, organismo para el desarrollo de la permacultura que a la vez se encargan de hacer ver a la comunidad la contaminación que generamos los seres humanos, haciendo jornadas de limpieza en zonas naturales de Purén. Conversamos con los chicos de esta agrupación y también con los chicos que utilizan este espacio usualmente para poder lograr una conexión con nuestra residencia y poder concretar algo juntos. Como nuestra residencia se basa en utilizar fibras vegetales, coincidimos en el aprendizaje de crecimiento de ciertas plantas, árboles y arbustos, estas agrupaciones son de personas jóvenes que quieren aprender al igual que nosotros, y con la ayuda de algunas personas mayores podemos adquirir conocimiento en este ámbito para poder devolver a la tierra lo que hemos extraído. Este lugar creemos puede ser un buen espacio para poder interactuar en conjunto y al mismo tiempo que pueda perdurar, ya que este espacio es frecuentado diariamente porque está a un costado del fuerte y es un lugar que pertenece al municipio. Creemos que podemos abrir el proyecto en esta área ya que está ligado al contacto con la naturaleza directamente.
“Enseñar no es una función vital, porque no tienen el fin en sí misma, la función vital es aprender”. Aristóteles