Nos reunimos nuevamente en la Ruka, lugar de encuentros por estos días, donde los participantes han llegado con curiosidad y ganas de aportar sus saberes. Hoy seguimos nuestro avance con los cuentos y mitologías, que por cierto la mayoría de las que nos han contado son un poco tenebrosas y trágicas, se mezclan con realidades y el diablo. Aquí podemos ver que a estas alturas de la residencia las personas han perdido o no quieren hablar de sus antiguas tradiciones, por estar influenciados por la religión (evangélica, católica, testigos de Jehová, etc.) ya que todo lo que nos hablan lo asocian a espíritus malignos siendo que en la ancestralidad se referían a espíritus guardianes de diferentes sectores del bosque, ríos, humedales, montañas, etc. En estas conversaciones se intentan recordar historias contadas por sus abuelos en referencia a la vida en contacto con la naturaleza, animales y aves que viven en esta zona, por ejemplo el Pidén, que avisa con su canto la venida de la lluvia, o el Treile, que también advierte cuando vienen desconocidos a sus campos. Así el grupo comienza a reconocer y recordar realidades del campo y así seguimos la conversación nombrando varios animales más, de los cuales podemos aprender a través de sus señales.