Conocer la cosmovisión del pueblo mapuche y su gran tradición textil se convirtió en un desafío personal y colectivo para las mujeres y niñas involucradas en la residencia. Nunca antes experimentaron con este tipo de técnica, el interés generó que se produjeran procesos espontáneos de transmisión de conocimientos entre las participantes más avanzadas y sus compañeras. Al comenzar a hablar un lenguaje textil común, utilizando palabras claves como urdimbre, trenzado, tonones, trama, mordientes, fijadores y tintes naturales locales, nos hace vibrar en sintonía…..a raíz de esta sintonía provocamos que la gente sociabilice, genere procesos colaborativos, compartan más con sus vecinas para aprender destrezas y mecánica del tejido, alucinen con los colores y con los resultados de un proceso que seguirá trasmitiéndose de generación en generación a través del tiempo de forma cariñosa y colaborativa en el Valle de Alicahue.