Dos comunidades abarcó mi residencia, Alicahue y Los Perales, llegamos a la etapa final….debo contarles que no pudimos finalizar con el Carnaval que veníamos planeando, ya que, en el camino intervinieron muchos factores no contemplados en la planificación original de la residencia y de los cuales me gustaría hacer referencia. En común acuerdo con los dirigentes sociales de la comunidad y el alcalde de Cabildo decidimos postergar el Carnaval y la Expo Costumbres de Alicahue, con el compromiso del edil de financiar la amplificación y el transporte de los artistas voluntarios que se presentarían en el evento, pero por cuestiones administrativas y burocráticas el financiamiento no saldrá hasta fin de año. Por otra parte diciembre es el mes más intenso en la agenda social de la comunidad, entre bautizos, confirmaciones, primeras comuniones, finalización de año escolar, paseo de curso, misas, velorios de la virgen y otros menesteres….la gente colaboró en la residencia en la medida que acomodó sus tiempos. El último gran hito fue la realización de la última intervención artística en el sector del Tambo de Los Perales, para dicha intervención trabajamos en forma colaborativa durante la última etapa de la residencia, creamos los vestuarios para personificar la lluvia, el sol, la luna, un cactus, un conejo, un cóndor, una flor, la Llorona, la Sirena, la Quintrala, el diablo, dos duendes y tres hadas. Familias completas se involucraron en la creación y producción de los vestuarios y posteriormente peinados, maquillaje, como también gestionaron el transporte hacia el lugar de la intervención y la once de finalización del proceso que nos sirvió a modo de evaluación colectiva de los errores y aciertos, como también de la proyección del trabajo colaborativo logrado y su continuidad en el tiempo. Quedo plenamente contento y satisfecho con la experiencia vivida, la tarea era utópica….lograr reunir en espacios comunes a dos comunidades de sectores disgregados por rencillas históricas y aislamiento territorial…..quedó demostrado que cuando existe voluntad todo es posible, la residencia fue un pequeño grano de arena que vino a renutrir el desgastado tejido social. En definitiva, el arte, como una poderosa herramienta de trasformación social que le da más sentido a la vida.