Por la tarde de ayer nos enteramos que hoy en la plaza principal de Purén va a haber una feria relacionada con la producción de frutilla blanca, algo que nos llama mucho la atención porque siempre vemos las frutillas rojas.
Antes de ir a dar los últimos trazos al skatepark, decidimos pasar por la feria a ver y probar esta frutilla de atípico color. Llegamos a la feria, pudimos ver puestos de distintas artesanías y comidas, entonces buscamos principalmente el de frutilla blanca y encontramos uno puesto que vendía tartaleta y ¨clery¨ de frutilla blanca… Pudimos probar, y pudimos ver que realmente su color es blanco y con un sabor mucho más dulce que el de las frutillas rojas, las personas nos dicen que es difícil obtener este tipo de frutillas en esta zona y su valor es muy alto, ya que la tierra ya no es lo mismo que antes a causa de los eucaliptos y pinos de la zona, los que captan mucha agua restándosela a los demás cultivos. Después de probar este fruto blanco y dulce, seguimos nuestro camino hasta el skatepark, al que llevamos uno de los últimos tarros de pintura para seguir pintando los detalles que faltaban. Fuimos a sacar los materiales, una casa cercana al skatepark en la que cada día vamos a guardar y sacar materiales del patio de la casa de esta familia, muy amable y paciente, quienes nos proporcionaron este lugar, lo que les agradecemos todos los días, porque sin ellos no sería lo mismo, tendríamos que trasladar todos los días los materiales y estos son un poco pesados. Ellos nos hacen un enorme favor ahorrándonos viajes con este peso, porque consideramos que este es un buen peso para nuestro objetivo final, que es darle un poco más de vida al espacio.
Después de sacar nuestros materiales de la casa, caminamos unos pasos al skatepark abrimos las pinturas y compartimos las brochas para seguir pintando con los chicos que han venido diariamente. Ellos han sido la base de todo este trabajo en conjunto, realmente sin ellos no podríamos haber hecho nada, ya que este es su espacio y ellos realmente decidieron si se podría hacer algo aquí o no.
Ya está por irse el sol y vemos una vez más su puesta, que en este lugar se ve todos los días diferente, las nubes cambian sus formas y colores despidiéndose del día y nosotros contemplando la naturaleza del cielo, algunos sacando fotos, otros pintando.
Como ya es casi el final de la residencia, para este día organizamos una comida, primero fuimos a guardar todas los materiales y luego a buscar las cosas para compartir. Con la ayuda de todos los chicos, preparamos las cosas para nuestra comida, que por cierto fue al aire libre. Una vez estaba todo listo, comenzamos a comer.
Casi despidiéndonos de la residencia en Purén, justo cuando la luz del sol se había ido, aun estando en el skatepark, pudimos ver una luz extraña y distinta en el cielo, en el que lo más típico es ver aviones, realmente era extraño e inusual, era una gran luz blanca moviéndose por el cielo. En lo personal, nunca en mi vida vi una luz de este tipo, y con una gran aureola blanca translúcida alrededor del centro, no supimos qué era realmente. Ese día fue para no olvidarlo, además pudimos ver esto varias personas al mismo tiempo. Agradezco haber podido extender unos días más la residencia para seguir compartiendo con las personas, pudiendo terminar los últimos detalles, todas estas experiencias son impagables y quedarán plasmadas en la memoria del corazón.