Retomando la propuesta de algunos integrantes de la comunidad, en la falda donde se encuentra la cancha de skate, acordamos reunirnos unos días después en este mismo punto para comenzar a dar forma a una nueva idea. Martín, perteneciente al grupo de Armadura Viva, ofrece enseñar sus conocimientos sobre huertas y construcción de domos, varios participantes se muestran interesados en este tipo de construcción, sobretodo con alguien que podrá ser un guía residente de la comuna.
Cuando nos volvimos a juntar, nos planteamos aplanar la tierra para poder dar comienzo a esta construcción. Algunos llegaron con herramientas para poder hacer efectiva esta tarea. En un comienzo no se veía nada de fácil porque todo debía hacerse con herramientas manuales. Mirando la tierra, calculando el espacio necesario, comenzamos. Utilizando picota, pala y azadón, hicimos una circunferencia sobre la tierra de 4 metros de diámetro, este espacio debe ser aplanado para poder ubicar el domo aquí, se debe picar la tierra para poder ser removida hacia a un lado.
Hoy hay mucho sol, las nubes pasan ocultándolo, dando un poco de sombra que agradecemos. Tomando mate y agua se avanza en esta tarea. Al terminar de aplanar la tierra, descansamos un poco, y decidimos ir a una vulcanización cercana en busca de neumáticos para poder ponerlos en algunos puntos, con la idea de afirmar la entrada del domo. Para no perder el ritmo, fuimos enseguida a la vulcanización a la salida de Purén, nos dieron muchos neumáticos, y nos ofrecieron más por si llegáramos a necesitar. Volvemos al pueblo para comer todos juntos, mirándonos la piel y cómo el sol había hecho sus efectos cambiándonos el color rápidamente. Ese día los rayos traspasaban hasta la ropa. Nos quedamos conversando y planeando con los chicos, los siguientes pasos a seguir con la construcción.