Pareciera que son los mismos camiones que pasan, una y otra vez, como un carrusel. Pero no, los camiones de gran tonelaje, que circulan por la carretera H-76, cada día, son reales y dejan tras de sí, una estela de mal olor, ruidos, vibraciones y velocidad inusitada cuando atraviesan la localidad de San José. Pertenecen a grandes empresas cercanas, y el recorrer peatonal apenas existe. Los ciclistas, contados con los dedos de mi mano, deben andar con extrema precaución.
Un día, desde muy temprano y hasta la tarde, conté 120 camiones.