Para realizar nuestra obra y tejer nuestros canastos colectivos gigantes, hoy en Ichuac nos hemos reunido con las artesanas de esta hermosa localidad a: recoger, cortar, extraer y preparar nuestro material, las fibras vegetales. Para ello hemos ido a dos casas cuchillo en mano, y bajo el intenso sol que al fin, tras dos semanas de lluvia, frío y granizos salió, a cortar manila y junquillo para tejer el canasto de Ichuac.
Las mujeres han guiado toda la faena. Con ellas me he metido en medio de las plantas, las espinas y los insectos, a sacar hojas que después abrimos y preparamos mientras conversamos sobre nuestras vidas. Nuestras digo, porque ha sido el día en que me ha tocado interrogación! Jajaj las lemuyanas quieren saber quién soy, que hago y por qué he venido aquí, y yo feliz les he contado mi amor por tierras chilotas, mi vida como artista y todas las curiosidades que me han preguntado. Dicen que las lemuyanas son mujeres con picardía, ese día entre broma y broma, comprobé de dónde viene aquel dicho.
Ha sido un día intenso, algo agotador en el que Maty y yo hemos cogido también un poco de color pero fantástico. Lleno de risas, calor chilote y con un tremendo cierre acompañado de ricas sopaipillas.