Uno de los hitos interesantes que podrían ocurrir durante esta residencia tiene que ver con la limpieza de la Poza de los Pobres, que creíamos que se llamaba “Amazonas” y después Jorge (alias Ripio) nos aclaró que no, que el espacio se le llama la Poza de los Pobres porque ha sido históricamente la poza donde los que no son dueños de terrenos, ni complejos turísticos, ni nada similar del sector de La Rinconada, pueden disfrutar libremente con su familia en el río.
Ese día cuando los vecinos de La Rinconada en la reunión de la Junta de Vecinos les dieron el apoyo a los chicos de la batucada, un apoyo formal y escrito donde se unían en esta petición, vecinos y jóvenes que quieren y aman su lugar, fue un símbolo de unión y fuerza comunitaria.
Entonces, cuando llegó la carta, citó el mismísimo alcalde y sus asesores a una reunión en el lugar para entender con lujo de detalle qué es lo que se quiere hacer. Nos reunimos con ellos en la misma poza: el alcalde, tres asesores, los chicos de la batucada, vecin@s del sector, el presidente de la Junta de Vecinos y nosotros en segundo plano. Los chicos le explicaron la idea pero daba la impresión que había desconfianza, tuvimos la mala suerte de que pasaran dos señoras por el lugar y le metieron “miedo” al alcalde: “se va a llenar de turistas y carretes aquí”, “van a prender fuego y quien lo va a pagar, si a ellos no les importa nada” en fin, en ese momento no aportaba el miedo, pero siempre mete la cola en los momentos inoportunos. Los chicos le contaron que querían bloquear con piedras grandes a la entrada para que solo se pueda acceder a pie, además de comprometerse como comunidad a mantener y cuidar este espacio, pero el alcalde aún no daba su veredicto.
Hasta que apareció el elemento clave, pues al girar para ver la zona de los cañaverales, apareció una rata muerta a los pies del mismísimo alcalde, quien exclamó: “¡ah no, acá está claro que hay que limpiar! cuenten con nuestros camiones como Municipalidad, ustedes consigan la máquina ¡este lugar está asqueroso!” y así fue como gracias al ratón muerto lograron su objetivo. Para todos fue motivo de felicidad, se estaba haciendo realidad cada vez más ese sueño de ver la Poza de los Pobres como un lugar limpio, digno y amplio para todos los vecinos, gestionado por ellos mismos, re-apropiándose de sus espacios públicos y creando una red de compromisos detrás.
Para nosotros como colectivo este tipo de intervenciones nos hacen mucho sentido, nos dan sentido a todo el esfuerzo y energía que ponemos en lo que hacemos, pues son un símbolo de organización, autogestión y creación desde la comunidad. Más allá del hecho, lo importante de esto es la red que se ha tejido para poder lograrlo. Los chicos de la batucada lo idearon, nosotros le dimos el sustento y los fundamentos desde nuestros objetivos y desde lo que es en sí el arte colaborativo, los vecinos por su parte reconocen su inoperancia de gestionarlo peviamente y reconocen en ellos la capacidad de hacerlo. Ha sido una búsqueda y todo ese proceso es muy interesante e importante. Hemos creado lazos de amistad y confianza con los cabros, porque a pesar de venir de lugares e historias tan distintas, tenemos y buscamos cosas similares.
Este hecho será un eje importante en la exposición, pues simbólicamente traeremos lo de AFUERA hacia ADENTRO del Centro Cultural, traeremos La Rinconada al Centro Cultural, pues con las rivalidades que caracterizan a todos estos pueblos, este edificio no está “en su territorio” y desde un principio no lo ven como un edificio para ellos mismos. Finalmente una residencia que busca conectar un edificio como Centro Cultural para su comunidad, debe leer este tipo de detalles que hacen que las personas desconfíen o no demuestren interés por conocer y utilizar su lugar por derecho. Nosotros queremos que en la exposición puedan ver este y otros comportamientos, pasados por una mirada distinta, tratando de ver el hecho con todas sus capas de profundidad y con toda la importancia que tiene el abrir y recuperar espacios por la propia comunidad. La importancia de unirse y combinar habilidades para lograr objetivos que parecen imposibles, es una herramienta que acá la manejan pero que muchas veces se entrampan.
En este caso, estamos optimistas y queremos hacer y registrar todo lo que ocurrirá durante la limpieza de la poza, queremos ocupar los deshechos de esta limpieza y re-significarlos en la exposición para toda la comunidad, y de a poco hacer ver lo grande que son como pueblo.